El presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, se metió de lleno en la discusión acerca de los límites de la actual política económica, al señalar durante una entrevista radial, ayer, que “si no baja la inflación por debajo del uno por ciento para fin de año, no va a haber inversión privada”. El economista radical que sustituyó a Carlos Melconian, tras el desplazamiento de este último del banco público, respaldó la política de “cambio flotante” que según él mantiene el Banco Central, y se enfrentó a los sectores industriales que acusan al gobierno de mantener un tipo de cambio atrasado. “Pedir una devaluación es lo mismo que decir quiero que bajen los salarios, en el fondo están pidiendo eso”, les respondió. 

 En momentos en que el núcleo de la política monetaria y cambiaria está bajo cuestionamiento, incluso de parte de sectores económicos aliados al gobierno de Mauricio Macri, González Fraga salió públicamente a respaldarla. Admitió la existencia de “la bicicleta financiera” explícitamente, un concepto que las autoridades del Banco Central han rechazado al sostener, en sus propios documentos, que “no existe”. El titular del Banco Nación no sólo admitió su existencia sino que inclusive reconoció que la propia entidad que preside es parte del fenómeno. “Yo no quiero un Banco Nación llenó de Lebacs o pases”, dijo, en referencia a su intención de cambiar los actuales títulos de crédito contra el Banco Central por préstamos para la actividad productiva y para operaciones inmobiliarias, en una entrevista por Radio Mitre. 

 Según González Fraga, a partir de la inestabilidad financiera provocada por la crisis política en Brasil, el interés por las Lebacs irá descendiendo. “Con este susto que pasó, que provocó una suba del dólar del siete por ciento, y que le hizo perder a los que apostaron a las Lebacs la ganancia de dos meses en tres horas, yo creo que la bicicleta financiera ahora es mucho más incierta de lo que se creía hasta hace dos semanas. Y eso es bueno, se lo debemos a la política de tipo de cambio flotante”, expresó.   

 Sin explicar cómo sería una salida suave del endeudamiento que tiene el Banco Central en Lebac, si los actuales tenedores deciden no renovarlas (el stock es de más de 920 mil millones de pesos), sin provocar un salto geométrico en las tasas de interés, González Fraga eligió orientar su análisis al impacto que puede tener esa política en el dólar. “Yo no creo que el dólar siga bajando después de este susto. Respetemos la política de cambio flotante, sigamos haciendo las cosas bien, para que no haya otra vez una huida de los capitales. Yo creo que si seguimos en este camino va a haber un retorno de la gente que ha sacado su dinero del país. Esta es la política de corto plazo para bajar la inflación. Yo la apoyo, porque si no bajamos al uno por ciento la inflación mensual para fin de año, no va a haber inversión privada”, sostuvo.

 Según el titular del Banco Nación, “recibimos críticas de todos lados porque elegimos un camino gradual, sino el costo social hubiera sido insoportable. Se ha logrado preservar bastante bien el salario real, que pudo haber caído cinco o seis puntos pero no más; hubo una devaluación moderada, que ha provocado aumento de los precios de los alimentos y la energía deteriorando el consumo, pero éste es el camino para volver a crecer”.   

 Afirmó que “ya en el segundo semestre estaremos creciendo un dos por ciento, con sectores que estarán teniendo un aumento del 4 o el 6 por ciento y otros podrán estar pasándola mal todavía, sobre todo en el conurbano bonaerense. Pero para eso está también la obra pública, que va a crear más de cien mil empleos en los próximos meses”, pronosticó. 

 Apuntó, además, que para lograr mayor competitividad en los sectores transables (que exportan o están expuestos a la competencia importada) “no siempre hay que estar descansando sobre el tipo de cambio, sino en cómo hacer para producir más barato. Reclamar una devaluación es lo mismo que decir quiero que bajen los salarios. Sabemos que hay una relación inversa entre tipo de cambio y salarios. Quien pide una devaluación, en el fondo está pidiendo una caída de salarios”. Admitió que la actual paridad cambiaria “no será la que más conviene a muchos sectores, pero es libre y flotante. ¿Por qué el Banco Central va a pagar 20 pesos por el dólar cuando hay alguien dispuesto a venderlo a 16? ¿Por qué le va a dar un subsidio de cuatro pesos por dólar a alguien? ¿Sabés las cosas que podés subsidiar con esa plata, que son mucho más importantes?”, preguntó González Fraga. Pero dejó abierta la respuesta. Para contestarla, valdría recordar el subsidio que recibieron los especuladores que apostaron a las Lebac durante los últimos 16 meses que, salvo durante el episodio Temer, recibieron del BCRA una renta extraordinaria como ninguna otra actividad lícita le podría haber ofrecido en el mundo.