Estados Unidos prohibió este martes las importaciones de petróleo, gas natural y carbón de Rusia como castigo a la invasión de Ucrania y pese al rechazo de sus aliados de la Unión Europea (UE), que dependen en gran medida de los hidrocarburos de Moscú. La prohibición se suma a otras sanciones económicas como la restricción de las operaciones internacionales del banco central ruso y la suspensión de determinados bancos rusos del sistema internacional SWIFT. En respuesta a las "acciones hostiles" de Estados Unidos, el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó restringir o prohibir durante todo 2022 la exportación de productos y materias primas locales que figurarán en un listado a definir por el gobierno.

"Otro golpe a la maquinaria de guerra"

Biden (foto) anunció el veto en un discurso en la Casa Blanca antes de partir hacia Texas, el mayor estado productor de petróleo y gas del país. Este paso "significa que el petróleo ruso no será aceptado en puertos de Estados Unidos y que el pueblo estadounidense asestará otro golpe fuerte a la maquinaria de guerra" del presidente Putin, remarcó Biden, quien dijo que cuenta con el apoyo tanto del partido demócrata como del republicano. 

En la práctica la prohibición, que tiene efecto inmediato, supone el bloqueo por parte de Estados Unidos de cualquier compra nueva de crudo y de ciertos productos petroleros, gas licuado y carbón rusos, además de cancelar las entregas de contratos existentes.

Negociaciones con Venezuela

Como el petróleo ruso representa una pequeña cantidad de sus importaciones totales de energía, Estados Unidos podría reemplazarlo con importaciones de otras naciones ricas en petróleo, pero eso podría resultar políticamente problemático. En este contexto, Estados Unidos mantuvo conversaciones el fin de semana con Venezuela, que tiene a Moscú como un aliado clave.

Los gobiernos de ambos países confirmaron el lunes estas conversaciones, que abordaron el tema de la energía, entre otros, pese a no contar con relaciones diplomáticas desde 2019. En ese entonces, en respuesta a la represión a las protestas opositoras en Venezuela, Washington impuso un embargo que impide al país sudamericano negociar su crudo en el mercado estadounidense. Senadores republicanos e incluso demócratas le piden a Biden que no levante ese embargo.

Europa por ahora se resiste

Desde Londres, el gobierno del Reino Unido también anunció que dejará de importar petróleo y derivados petrolíferos rusos a fines de 2022. "Esta transición dará al mercado, a las empresas y a las cadenas de suministro tiempo más que suficiente para sustituir las importaciones rusas, que representan el ocho por ciento de la demanda del Reino Unido", tuiteó el ministro de Empresas y Enegía británico, Kwasi Kwarteng.

Los anuncios de Biden y del gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, llegaron tras los insistentes pedidos del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, de aplicar sanciones al sector de los hidrocarburos rusos, de donde provienen la mayor parte de las divisas de Rusia. Estados Unidos y sus aliados han impuesto duras sanciones económicas a Rusia, sobre todo financieras, pero un embargo petrolero y de gas es fuertemente resistido por Europa, que tienen una gran dependencia de los hidrocarburos rusos.

A diferencia de la Unión Europea (UE), Estados Unidos tiene capacidad para producir su propio gas y petróleo gracias al fracking y otras formas de extracción, aunque sigue importando energía de otros países porque su consumo doméstico es mucho mayor que la producción interna. "Podemos tomar esta decisión, mientras que otros no pueden", aclaró Biden en ese sentido. "Pero trabajamos estrechamente con Europa y nuestros socios para poner en marcha una estrategia a largo plazo para reducir su dependencia de la energía rusa", agregó.

Según Francia, que ejerce la presidencia pro témpore del Consejo de la UE, Europa importa el 40 por ciento de su gas de Rusia. De acuerdo a datos de Eurostat, la oficina de estadísticas de la UE, el 27 por ciento del petróleo que consume el bloque proviene de Rusia, potencia que posee las mayores reservas probadas de gas natural y es uno de los tres productores y exportadores de petróleo más importantes del mundo.

Los precios del gas han estado aumentando durante semanas debido al conflicto en torno a Ucrania y Rusia y, más recientemente, debido a potenciales sanciones contra el sector energético ruso. Muchas compañías de hidrocarburos occidentales, entre ellas ExxonMobil y BP, ya empezaron a cortar sus vínculos con Rusia y a limitar las importaciones. Shell, que esta semana fue criticado por haber comprado un gran cargamento de petróleo a Rusia, anunció este martes que dejará de adquirir crudo y gas rusos y que cerrará sus estaciones de servicio en Rusia.

Rusia prohíbe exportaciones

En respuesta a la decisión de Washington, el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó un decreto de "medidas especiales" para garantizar la economía de Rusia y en el que autoriza al gobierno a prohibir exportaciones de productos y materias primas. El objetivo del decreto se publica para "garantizar la seguridad de la Federación Rusa y el funcionamiento ininterrumpido de la industria", y estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2022, según informan las agencias de noticias rusas.

En el decreto queda prohibido "exportar fuera de la Federación Rusa" productos y (o) materias primas, que quedarán explicitadas en la lista que apruebe el gobierno ruso en los próximos dos días. Estas medidas no se aplicarán a los "productos y (o) materias primas exportados de Rusia y (o) importados al país por ciudadanos de la Federación Rusa, ciudadanos extranjeros y apátridas para uso personal".

Zelenski dijo que Ucrania resistirá "cueste lo que cueste"

Por su parte el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, aseguró que su país luchará "hasta el final" frente a las tropas rusas que invadieron su país el 24 de febrero pasado, resistirá "cueste lo que cueste" y renovó su pedido de mayores y más fuertes sanciones a Moscú. Zelenski habló vestido con una remera verde militar y por videoconferencia ante el Parlamento británico.

"No nos rendiremos y no perderemos. Lucharemos hasta el final, en el mar, en el aire. Seguiremos luchando por nuestra tierra, cueste lo que cueste, en los bosques, en los campos, en las costas, en las calles", afirmó el mandatario, ovacionado por los diputados de pie en la Cámara de los Comunes de Londres. Las palabras del jefe del Estado ucraniano recordaron expresiones similares de Churchill, en 1940, ante el avance de las fuerzas nazis.

"Pedimos su ayuda. La ayuda de los países civilizados. Estamos agradecidos por esta ayuda y contigo, Boris, por añadir presión con sanciones a un Estado terrorista", indicó Zelenski. En su respuesta, el primer ministro Boris Johnson puso de relieve que su par ucraniano había "conmovido los corazones de todos en esta Cámara" y garantizó que los países aliados mantendrán el envío de armas.

Luego de la tercera ronda de diálogo entre Moscú y Kiev, el negociador ucraniano Mykhailo Podolyak dijo que, aunque se habían hecho algunos progresos en cuanto a acordar la logística para la evacuación de civiles, las cosas seguían sin cambiar. Por su parte el negociador ruso, Vladimir Medinsky, dijo que las conversaciones "no eran fáciles" al tiempo que aclaró que pronto se celebrará una cuarta ronda de conversaciones, aún sin fecha.

Seguí leyendo: