Este jueves se votará en el Senado de la Nación el acuerdo que el Gobierno alcanzó con el FMI y se desató una discusión entre el gobierno de la Ciudad, a cargo de la seguridad fuera del Congreso, y la presidencia del cuerpo, que lidera la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, por este tema. La preocupación central del oficialismo es que vuelva a haber algún tipo de ataque contra la expresidenta, como el que ocurrió el día que el acuerdo se votó en Diputados. Desde el gobierno porteño dijeron que no pusieron vallas el día de los ataques porque CFK pidió que no las pongan, pero desde el Senado desmintieron esa versión. Fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación aseguraron a Página/12 que están de acuerdo con la implementación del vallado y que en ningún momento pidieron desde el Gobierno nacional que no haya. 

Luego de la publicación que hizo la vicepresidenta del video en el que se ve en tiempo real cómo fue el ataque a su despacho, con hombres encapuchados tirando piedras con gomeras y sin la aparición de ningún efectivo policial hasta 20 minutos después de los hechos, el Gobierno porteño, mediante su ministro de Seguridad, Marcelo D'Alessandro, anunció que, a diferencia de lo que hizo el día de la votación en Diputados, el jueves instalará un vallado de seguridad y un fuerte cordón policial frente al Congreso. De ese modo, explicó, podrán “darle las herramientas a la Policía para que pueda trabajar de la mejor manera y más rápido”. 

El problema se desató cuando D'Alssandro expresó que las autoridades nacionales son las que "están en contra de un vallado perimetral". Luego, añadió que esa definición que tomó el gobierno nacional "facilitó los incidentes ocurridos", contra el despacho de la vicepresidenta. En esa línea puntualizó que "la propia Cristina ha llamado pidiendo que saquen las vallas”. 

Desde el Senado, mediante un comunicado, respondieron que "la Secretaria Administrativa del Senado de la Nación desmiente categóricamente que alguna de las autoridades de esta Cámara se haya comunicado con funcionarios del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para solicitar que no se colocaran vallas de seguridad el pasado jueves 10 de marzo, mientras sesionaba la Cámara de Diputados para tratar el acuerdo con el FMI". Además, agregaron en el escrito que "tampoco existió una comunicación para solicitar que no haya vallas exteriores durante la actividad que está prevista esta semana en el Senado".

En otro fragmento del documento enviado por el Senado, indicaron que "la única comunicación que la Presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, mantuvo con el entonces vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, fue el 26 de agosto de 2020, en ocasión del tratamiento en el Senado de un proyecto de reforma del Poder Judicial. En ese entonces, y de manera puntual, se le solicitó a la ciudad que retire las vallas que estaban colocando en ese momento y que tampoco habían sido solicitadas, ya que no estaba prevista una convocatoria masiva. Esta comunicación telefónica tuvo amplia difusión mediática". Más adelante recordaron que "en otras oportunidades, como ocurrió durante el tratamiento de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que convocó una amplia movilización social, se utilizaron vallas de manera preventiva en el perímetro del edificio".

El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, por su parte, expresó que el día de la votación en Diputados "no hubo una orden nuestra de no poner vallas porque no manejamos la calle desde 2018, cuando pasaron todas las comisarías de la Policía Federal a la de la Ciudad. No sé quién pidió que no las pongan, pero yo las hubiera puesto. No fue un error de Marcelo D’Alessandro, sino que no lo hicieron por motus propio y porque alguien dio la instrucción". Desde la cartera especificaron a este diario que no saben quién dio la instrucción de no poner vallas ese día y agregaron que "estamos a favor de que vallen la zona el próximo jueves y nunca pedimos que no lo hagan". "Es una responsabilidad el gobierno de la Ciudad", concluyeron.

D'Alessandro, durante una conferencia de prensa que dio por la mañana del martes, intentó justificar por qué el día del ataque al despacho de la vicepresidenta la Policía de la Ciudad demoró veinte minutos en llegar al Congreso y controlar la situación. Expresó que “no se puede ingresar intempestivamente porque lo que se hubiera generado es una corrida. La Policía evaluó cuál era la mejor estrategia. Ingresó e hizo un operativo realmente impecable, donde pudo encapsular y hacer que los violentos se vayan”. Para finalizar, el ministro comunal aseguró que "el jueves vamos a vallar el Congreso y a desplegar las fuerzas para que actúen y garanticen el normal desarrollo de la jornada".