Por primera vez, el censo nacional incluirá a las personas en situación de calle, un dato básico que puede resultar la antesala para implementar políticas públicas para este sector. 

Aunque ya está en marcha la etapa digital, el censo se llevará a cabo de manera presencial el 18 de mayo. Sin embargo, a las personas que habitan en la calle se las censará entre la noche del 16 y la madrugada del 17 de mayo, de manera presencial por censistas específicos. 

En el caso de las personas que pernoctan en refugios y paradores, quienes estén a cargo de los establecimientos deberán registrarlas a través del censo digital la noche del 16 de mayo.

Además, se habilitarán en las provincias de todo el país lugares donde las personas se puedan acercar espontáneamente para ser censadas de manera virtual. Recibirán una constancia de que fueron censadas.

Para aquellos que se encuentran en viviendas colectivas (hogares de niñas, niños y adolescentes, hogares de personas mayores, hogares de religiosos y prisiones, entre otros), se hace un relevamiento tanto presencial como digital que comenzó el 9 de mayo y se extenderá hasta el 17. 

Desde Proyecto 7, organización dedicada a luchar por los derechos de las personas en situación de calle, se mostraron satisfechos por haber sido recibidos por Lavagna hace una semanas, pero también expresaron la disconformidad con el hecho de que no se hayan generado planillas específicas para las personas en situación de calle, que deberán responder las mismas preguntas que las personas que viven bajo techo.

“Hay un interés de empezar a ser visible porque esto lo que permite es acceder a derechos que están siendo vulnerados”, aseguró Ávila, que en la reunión en cuestión advirtió sobre la importancia de que los censistas estuvieran capacitados para acercarse el 16 de mayo y de que se alargue el horario para visitar de día a las familias que pueden llegar a sentir temor ante la presencia de un censista.

“Las ranchadas uno no las puede pasar así nomás porque hay puertas imaginarias que si vos las cruzás se puede dar una situación violenta y también hay que saber diferenciar una ranchada de una familia, de cartoneros o de gente con consumo para saber cómo acercarse y que así nadie corra riesgo”, explicó Avila.

"Con la aprobación de la ley nacional, en diciembre del año pasado, sobre personas en situación de calle y familias sin techo, el censo es un inicio para empezar a reglamentarla y que Desarrollo Social pueda adjudicar un presupuesto”, sostuvo y añadió que “hay cuatro generaciones de familias en situación de calle en la República Argentina. Esto es una barbaridad y en algún momento si hacemos las cosas bien la cadena se puede cortar”.

Informe: Mercedes Camli.

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