Boca salió a jugar ante Defensa con mucha decisión, y convencido de que tenía que atacarlo desde el inicio. El equipo local se paró en el campo rival y tuvo el control de la pelota para convertirse en dominador.

La postura que adquirió provocó que rápidamente aparecieran las oportunidades de ponerse en ventaja. Salvio con un remate de media distancia, y luego Zambrano con un cabezazo que dio en el travesaño fueron las acciones más peligrosas en los primeros cinco minutos.

Varela se acomodó solo por delante de la línea defensiva, luego compartieron el mediocampo el resto de los volantes junto a Villa, que se instaló en la izquierda, y Benedetto fue el hombre más ofensivo. Con ese esquema tuvo la iniciativa y desbordó por los costados a Defensa.

El conjunto de Varela se vio sorprendido y no podía adueñarse de la pelota ante la presión del local. Guillermo Fernández también estuvo cerca de convertir abajo del arco, pero su toque salió por arriba. Boca mostró una postura que no venía ofreciendo, más agresiva y con decisión de ir en busca del desequilibrio.

La polémica de la noche sucedió a los 32 minutos, cuando Fernández convirtió el gol luego de ser asistido por Villa, pero el árbitro lo terminó anulando por intermedio del VAR, por una falta del colombiano sobre Tripichio previa a la habilitación.

Villa se desquitó de esa situación ocho minutos más tarde, cuando encaró por la izquierda, eludió la marca de Tripichio, y definió con la derecha al primer palo ante la sorpresa de Unsain. El delantero jugó un gran primer tiempo y fue imparable para su marcador, al que superó en velocidad en varias ocasiones.

La postura de Boca no se modificó en el segundo tiempo, y siguió lanzado en el terreno de Defensa, que no había podido rematar al arco de Rossi con riesgo. Esa situación se dio recién a los 22 minutos de esa parte, por intermedio del ingresado Hugo Fernández.

Defensa y Justicia, que venía exhibiendo un fútbol con una alta participación colectiva, no pudo plasmar ese andamiaje en la cancha de Boca. El hecho de que venía de jugar el domingo pudo ser un factor determinante en ese aspecto, debido a que a algunos jugadores se los vio fatigados y con falta de reacción.

El duelo se empezó a sentenciar a los 32 minutos, cuando Ramírez definió con un remate cruzado ingresando por la derecha para marcar el segundo gol. El pase preciso había sido del paraguayo Romero. A esa altura, los de Varela no tenían las fuerzas necesarias para poder revertir esa situación, sobre todo después de lo poco que habían ofrecido a lo largo del partido.

Boca afrontará ahora un encuentro crucial ante Racing, que sigue con un andar a pura contundencia y se mantiene invicto en el certamen.

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