Luego del repudio generalizado por parte de organismos de derechos humanos, sectores del propio oficialismo y la oposición, el gobernador Omar Perotti dio marcha atrás con la designación del Teniente Coronel Retirado José Alberto Bernhardt como nuevo Director del Servicio Penitenciario y dejará sin efecto el decreto firmado días atrás. Si bien la primera reacción desde el Ejecutivo provincial fue defender la elección del nuevo Director -como lo hizo el secretario de Asuntos Penales y Penitenciarios Walter Gálvez-, desde el Ministerio de Seguridad ayer confirmaron que no asumirá y que no hay un reemplazo designado. La decisión se entiende ante el contundente y amplio rechazo que provocó la noticia de su nombramiento.

La decisión  de designar a Bernhardt como nuevo Director del Servicio Penitenciario, en reemplazo del saliente Walter Ataide, se dio a conocer el viernes pero ya existía un decreto con fecha del miércoles 11 al que le faltaba la firma del gobernador, quien se encuentra de gira por Emiratos Árabes y Kuwait. Sin embargo, a poco de que la noticia tomara notoriedad pública, los primeros repudios y pedidos al gobernador para que revoque la designación fueron de organismos de derechos humanos, que denunciaron que el ex agente “perteneció a la estructura central del genocidio”. Así se manifestaron Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos, la regional Hijos Santa Fe y la regional Hijos Rosario, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y el Colectivo de Ex Presos Políticos.

Los cuestionamientos también llegaron de gran parte del arco político santafesino que  expresó su rechazo a la decisión del gobernador, no solo desde la oposición sino también desde el peronismo y de dirigentes cercanos a Perotti. Ese fue el caso del senador nacional Marcelo Lewandowski, quien publicó en Twitter: “Acompañamos el repudio de los organismos de Derechos Humanos a la designación de José Bernhardt como director del Servicio Penitenciario de la provincia. El compromiso por la memoria, verdad y justicia es irrenunciable”. Por su parte, el Jefe del Bloque Justicialista de la Cámara de Diputados de Santa Fe, Leandro Busatto, se sumó “al repudio de los organismos de DDHH por la designación de José Bernhardt como Director del Servicio Penitenciario, alguien que, en su anterior paso como funcionario de seguridad, designó al represor Nicolás Correa como su mano derecha".

En la misma línea, la concejala Norma López manifestó que “como vicepresidenta del Partido Justicialista en Santa Fe, por nuestro compromiso con los Derechos Humanos, no puedo aceptar la designación de José Bernhardt, miembro del Batallón de Inteligencia 601 durante la dictadura genocida, como Director del Servicio Penitenciario”. Al mismo tiempo, Eduardo Toniolli, diputado nacional y Secretario General del PJ santafesino, reclamó que “con su lucha -decidida y persistente- el pueblo argentino se ganó el derecho de no tener que padecer a tipos como José Bernhardt como funcionarios”. A su vez, la ex senadora nacional María de los Ángeles Sacnun manifestó: “Imposible permanecer callada frente a la designación de José Bernhardt, quien revistó en el Centro Operacional de Inteligencia Militar. El Nunca Más no es una mera declamación sino una Política de Estado que debe sostenerse”.

A las críticas originadas desde el propio oficialismo también se sumaron las de referentes de la oposición, como el diputado provincial Carlos Del Frade, quien consideró el nombramiento “inadmisible”. Además, el legislador del Frente Social y Popular evaluó que esta medida “se inscribe en el permanente reciclaje de represores en la historia democrática de Santa Fe” y recordó que “Bernhardt era el hombre que trasladaba los detenidos desde (el centro de detención clandestina de Granadero Baigorria) La Calamita como en su momento lo denunció el ex comisario Luis Galanzino”. Desde el socialismo, la diputada provincial y presidenta de la comisión de Derechos y Garantías Lionella Cattalini, solicitó la inmediata destitución: “A la falta de rumbo en materia de políticas de seguridad democrática se le suma la falta de compromiso con la memoria colectiva”.

 

Tal como publicó ayer Rosario/12, Bernhardt cumplirá 72 años y hasta ahora era jefe de seguridad en un barrio privado de Santo Tomé. El rechazo a su designación se origina en dos cuestionables antecedentes. Por un lado, entre 1982 y 1983 integró el Batallón de Inteligencia 601, que tuvo un rol central durante la represión ilegal de la dictadura. Además, como subsecretario de Seguridad Pública del gobernador Jorge Obeid, designó como su segundo a un ex suboficial del Destacamento de Inteligencia Militar 122, Nicolás Correa, quien integró el grupo de tareas que persiguió y fusiló a una militante de la Juventud Peronista, en diciembre de 1976.