El próximo lunes 30 de mayo se celebrará una nueva audiencia pública para informar a la población sobre el proyecto de explotación petrolera y exploración sísmica en el Mar Argentino. En ese sentido, la integrante de la Asamblea por un Mar Libre de Petroleras, Julieta Paladino, criticó el carácter no vinculante de las audiencias y sostuvo que la iniciativa "es un suicidio lento”.

La puja por la exploración del Mar Argentino comenzó en 2018. Durante el gobierno de Mauricio Macri se aprobó por decreto la licitación de tres grandes cuencas llamadas  Argentina Norte, Austral Marina y Malvinas Oeste

Ya en 2021, más precisamente el 30 de diciembre, el Ministerio de Ambiente a cargo de Juan Cabandié aprobó la exploración sísmica a 300 kilómetros de la costa de Mar del Plata y Bahía Blanca, correspondiente a parte de la cuenca Argentina Norte.

"Seguir invirtiendo en algo que aumenta las emisiones de carbono en la atmósfera es un suicidio lento", aseguró Paladino en La Casa Invita, por AM750, al recordar que no son las empresas petroleras las que aportan los capitales para este tipo de proyectos, sino el Estado argentino. En la misma línea, explicó que en el caso del denominado Pozo Argerich una de las partes interesadas es la empresa noruega Equinor: “Es una empresa estatal que en Noruega habla de transición energética, pero fuera del norte genera proyectos de exploración sísmica”.

Además, agregó Paladino, el impacto de la exploración a tanta profundidad podría ser perjudicial para la fauna y flora marina. El tipo de bombardeo con sonares que se utiliza en este tipo de proyectos de entre 1500 a 3 mil metros de profundidad “utiliza una frecuencia que es superior a la capacidad auditiva de las ballenas”, por lo que los bombardeos podrían provocar “hasta derrames internos” en los animales.

“El ingeniero Gabriel Blanco, que es parte del panel intergubernamental del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change), hizo un estudio sobre probabilidades de accidente y arrojó que hay 100 por ciento de probabilidades de derrame”, aseguró, y sostuvo que la contaminación podría llegar a la costa uruguaya.

Por último, Paladino manifestó que el proyecto avanza a pesar de que en la audiencia pública de julio de 2021 fue ampliamente rechazado por quienes participaron. La militante ambientalista denunció que los reclamos son desoídos y eso se debe a que las audiencias son no vinculantes. De esta manera, cumplen con la implementación del Acuerdo Escazú, que obliga al Estado a informar sobre el impacto ambiental, aunque el proyecto de exploración no se detiene.