Desde Santa Fe

La Legislatura comenzó a tratar esta semana un proyecto de ley del diputado del Frente para la Victoria Leandro Busatto que propone un protocolo para que los agentes de la Policía santafesina sólo puedan ingresar a las escuelas de la provincia con la orden de un juez o a requerimiento de sus directivos en casos de urgencias, pero en ningún caso portarán armas. Y tendrán prohibido lo que ya está prohibido, aunque en otros lugares del país se hizo igual, que es "recabar informes sobre las actividades institucionales de los centros de estudiantes, medidas de fuerza, identidad de los alumnos/as, docentes y no docentes". Si bien en Santa Fe no hubo ningún caso, Busatto fundamentó la necesidad de prevenir antes de "lamentar una situación que en nombre de la seguridad termine cobrándose alguna víctima. Si vemos los antecedentes en Capital Federal y en la provincia de Buenos Aires y el clima de época que se vive en el país hay que blindar las escuelas de Santa Fe de la intromisión y el abuso policial", dijo a Rosario/12.

El proyecto es similar al que esta semana presentaron los legisladores porteños del Frente para la Victoria José Cruz Campagnoli y Paula Penacca en el colegio Mariano Acosta, con el apoyo de los sindicatos docentes. En Santa Fe ocurrió lo mismo, "se trabajó en un marco de acuerdo" con el gremio Amsafé, Ctera y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). Y en la autoría Busatto no está solo, lo acompañaron con su firma sus colegas del FpV, Héctor Cavallero y Germán Bacarella, la socialista Silvia Augsburger, del Frente Progresista y Carlos Del Frade y Mercedes Meier, del Frente Social y Popular.

Hoy el debate está abierto en la comisión de Educación de la Cámara de Diputados, donde se espera que el oficialismo favorezca el tratamiento y tenga despacho.

El objetivo es "restringir y reglamentar el ingreso de las fuerzas de seguridad" a las escuelas para que no se repita en Santa Fe "la escalada de operativos policiales ocurridos entre abril y mayo" en Buenos Aires que "buscan intimidar, reprimir y hostigar a estudiantes y docentes".

En esa línea, propuso un "fuerte protocolo" para los eventuales procedimientos: los agentes de fuerzas de seguridad sólo podrán ingresar a las escuelas con orden judicial, aunque antes, deberán informar a las autoridades de la institución que supervisarán el operativo y en ningún caso portarán armas o municiones letales. Y tendrán prohibido recabar informes "sobre las actividades institucionales, de los centros de estudiantes, medidas de fuerza, identidad de los alumnos/as, docentes y no docentes".

"La idea es fortalecer la escuela y evitar casos de violencia institucional --explicó Busatto--. La mejor manera de que las cosas se resuelvan es en el marco de la convivencia y la comunidad educativa,  queremos dotar de la mayor garantía posible a los alumnos y docentes para que la convivencia escolar se rija por sus propias normas". "Se busca restringir y condicionar el acceso de las fuerzas policiales a las escuelas de la provincia, para que sólo lo puedan hacer con el debido control de legalidad de un juez o a requerimiento de los directivos en caso de urgencias", explicó.

En Santa Fe, aún no hubo casos puntuales, pero el clima de época habilita este tipo de hechos. Y a esto se agrega el "descontrol" de la Policía santafesina, como lo prueban la represión en el barrio Qom de Rosario, los abusos policiales en la ciudad de Vera y otros casos en Santa Fe. Más, el proceder de la Gendarmería y la Policía provincial en barrios postergados de Rosario y Santa Fe, "donde se estigmatiza a los pibes de gorrita". Y si eso lo trasladamos a la comunidad escolar no vaya a ser que tengamos que lamentar una situación que en nombre de la seguridad termine cobrándose alguna víctima", señaló Busatto.