Suena música de fondo. Es una cumbia. Canta y toca León Gieco. “Aunque mucha gente no lo sepa, la música preferida de Néstor Kirchner eran Los Wanwancó”, dice Néstor Sánchez, el actor encargado de encarnar al expresidente en la obra de Enrique Federman “Néstor, el presidente militante”.
Para la obra, el reconocido músico León Gieco se ofreció a componer una canción que tenga que ver con los gustos del santacruceño. Por eso suena la cumbia latina: es en homenaje a la banda fundacional de este género en el país.
Los Wawancó
Los Wawancó es considerada la primera banda de la cumbia en Argentina. Su carrera empezó en 1955 en la ciudad de La Plata, con músicos de diferentes países: Argentina, Chile, Costa Rica, Perú y Colombia.
El nombre viene de la palabra “guaguancó”, un ritmo musical cubano de fines del siglo. Se trata de una de las formas de la rumba y contiene una fusión de varios rituales afrocubanos.
Entre los temas más conocidos están “La pollera colorá”, “El pescador”, “El palomo y la paloma”, “El gavilán”, “Tiburón a la vista” y “Un sombrero 'e paja”, entre otros tantos que tuvieron reversiones por todo el continente. Esas eran algunas de las canciones que, en su juventud de militancia y estudio, escuchaba Kirchner.
Estudiar a Néstor Kirchner
“Yo estaba descasando en San Javier. Enrique Federman, con un llamado telefónico, hizo que me acercara rápidamente a la ciudad. Me proponía un papel en una obra. Imagínate siendo actor que te propongan algo así. Es triplemente movilizante. Cuando me dijo que era para hacer el papel de Néstor fue aún más”, relató Sánchez en AM750.
A partir de ahí, comenzó un exhaustivo: “Estuve estudiando como loco. Mirando videos, cosas que nunca había visto, cosas que nunca había habido sabido. Lejos de ser una imitación, soy Néstor Sánchez haciendo a Néstor Kirchner”.
“En este caso hay una especie de temor de hacer algo que tenemos tan presente. Mi máximo desafío es que la gente siga el cuento. Las críticas siempre van a estar. Creo que es uno de los personajes más importantes de la historia argentina, sobre todo de los últimos 50 años. Es para mí el más importante”, reveló.
Y concluyó señalando que “todo el teatro es político”. “Aunque hagas una comedia norteamericana en la calle Corrientes, es una postura política. Más allá del 'mensaje' que pueda dar la obra. Siempre es un hecho político, un hecho artístico. Como toda interpretación es antes una recreación”, dijo.