El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, lamentó el asesinato de uno de sus militantes en Foz do Iguaçu, en Paraná, y aseguró que fue un criminen generado por el odio bolsonarista. Marcelo Arruda, estaba festejando su cumpleaños número 50 con familiares y amigos en la sede de la Asociación Deportiva de Salud Física de Itaipú, cuando un policía penitenciario que apoya al presidente, Jair Bolsonaro, interrumpió la fiesta y amenazó a los presentes con armas en las manos.  

El asesino se enfrentó a Arruda en el estacionamiento del local. En el enfrentamiento, el militante del PT recibió tres disparos. Si bien en un principio se había informado que el asesino también habría muerto, la Policía Civil corrigió la información y destacó que el atacante se encuentra en “estado grave”.

En el comunicado, el PT afirmó que Arruda fue víctima de la "intolerancia, el odio y la violencia política". "Las últimas imágenes de su vida, grabadas en el momento en que le cantaban el cumpleaños feliz, registran su alegría de vivir, su entusiasmo con la militancia, su compromiso de vida con el PT y con el presidente Lula", dice la nota del partido de izquierda.

Rechazo generalizado

Luego del suceso, voces de todos los ámbitos políticos de Brasil se pronunciaron en rechazo a lo ocurrido y condenaron la violencia.

En este sentido, el candidato del Partido Democrático Laborista, Ciro Gomes, dijo que el odio político “necesita ser contenido” para evitar que el país tenga “una tragedia de proporciones gigantescas”.

Por su parte, la candidata por el Movimiento Democrático Brasileño, Simone Tebet, lamentó “profundamente” lo sucedido y aseguró que este tipo de situaciones “revelan de manera cruel y dramática cuán inaceptable es el empeoramiento de la situación política”.

La polarización que avanza sobre Brasil, este tipo de conflicto nos amenaza enormemente como sociedad”.

En tanto, el candidato del Partido Nuevo, Luiz Felipe d’Avila consideró que se están dando pasos “hacia la campaña política más violenta” que se ha vivido.

El presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, enfatizó que este asesinato “es la materialización de la intolerancia política que impregna el Brasil actual” y muestra, de la “peor manera posible” lo que es “vivir en la barbarie”. “Todos, especialmente los líderes políticos, debemos luchar para combatir este odio, que va en contra de los principios básicos de la vida familiar, en sociedad y en democracia”, acotó.

Además, el ministro del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, subrayó que la intolerancia, la violencia y el odio “son enemigos de la democracia y del desarrollo". “El respeto a la libre elección de cada uno de los más de 150 millones de votantes es sagrado y debe ser defendido por todas las autoridades dentro del ámbito de los tres poderes", apuntó.

En tanto, la diputada y presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, reclamó por el fin de la violencia y la destrucción y enfatizó que es el momento de la reconstrucción y la transformación del país.

Escalada de violencia

"Mis sentimientos y solidaridad con la familia, amigos y compañeros de Marcelo Arruda", escribió el expresidente y candidato Luiz Inácio Lula da Silva en Twitter y señaló que esto es consecuencia del discurso violento estimulado “por un presidente irresponsable”

“Desde principios de año, cuando lanzó una Campaña Nacional contra la Violencia Política, el PT viene alertando a la sociedad brasileña y a las autoridades de los distintos poderes de la República sobre la escalada de persecución de parlamentarios, miembros, militantes de movimientos sociales y otros partidos de izquierda y el crecimiento de la violencia política en el país”, dice en el comunicado el partido liderado por Lula.

Tras varios episodios violentos registrados en los últimos días, el comando de campaña del expresidente Lula decidió reforzar la seguridad. El secretario general del PT, Paulo Teixeira, admitió que las medidas han sido reforzadas por los incidentes violentos de los últimos días. En declaraciones a Folha, Teixeira reiteró que los seguidores del presidente Bolsonaro están nerviosos por el liderazgo de Lula en las encuestas. “Bolsonaro no tiene reglas ni límites”, señaló.