Carlos Pedro Tadeo Blaquier todavía no lo consiguió. Procesado por los crímenes de las Noches del Apagón en Ledesma su defensa quiere evitar el juicio y pidió que no vuelvan a hacerle un examen físico. La Cámara de Casación ya había dicho hace una semana que debía volver a hacérselo tras un pedido de la querella y del incansable fiscal federal ante la Casación, Javier de Luca. Pero la defensa de Blaquier insistió. Volvió a pedir que no le hagan el examen. De Luca también volvió a rechazarlo. Y ahora el máximo tribunal penal del país reiteró lo que había dicho: que debe ser sometido a una nueva junta médica para determinar si está en condiciones de ser juzgado.

Blaquier tiene 94 años. Está procesado en la causa conocida como “La noche del apagón”, por 23 hechos de privación ilegal de la libertad ocurridos en el invierto de julio de 1976. Quedó imputado en su carácter de presidente del directorio de “Ledesma S.A.A.I.I", con él fue procesado Alberto Lemos, administrador de la empresa en el momento de los crímenes.

Blaquier debía ser juzgado por el Tribunal Oral Federal de Jujuy pero el 6 de abril, los magistrados suspendieron el proceso en lo referido su caso por incapacidad mental, y continuaron adelante con el juicio establecido para Lemos.


El máximo tribunal penal federal del país ahora desestimó un "recurso de reposición" de la defensa del empresario contra una decisión que ordenó que sea evaluado nuevamente por una junta médica antes de resolver si está en condiciones de afrontar el juicio por secuestros y desapariciones. Los jueces Mariano Borisnky y Javier Carbajo dejaron firme así una orden que ellos mismos dictaron la semana pasada, en la que ordenaron al Tribunal de Jujuy que vuelva a examinar al empresario.

Para llegar hasta acá, Casación se negó a revisar la decisión que tomó la semana pasada. Lo hizo luego de que el fiscal ante esa instancia, Javier De Luca, dictamine que "la consecuencia que de la resolución de la Sala IV se ́ deriva será la realización de un nuevo examen médico al imputado respetuoso del debido proceso, que ampara a todas las partes de la causa". De Luca dijo que "la defensa no expone en su presentación de qué modo ello podría ocasionarle algún perjuicio a su defendido".
 
La decisión debería pasar directamente al Tribunal de Jujuy, pero la defensa posiblemente recurra a la Corte, explica una abogada cercana a la causa. Mientras tanto, el tiempo corre.

Ledesma está en la localidad de Libertador General San Martín. Libertador es el corazón de la zona del ramal, puerta de entrada del corredor de Las Yungas, centro político de Ledesma, con la planta central, el barrio de los obreros y separado, las casas de los gerentes y la Rosadita, una mansión que replica en Jujuy la imagen de la Casa de Gobierno de Plaza de Mayo construida por los Blaquier, amurallada. Los trabajadores secuestrados antes y durante la dictadura pertenecen a estos territorios. En las escuelas decían que se los había llevado El Familiar, esa especie de demonio de las leyendas populares que se come a tres obreros en el comienzo de la cosecha y al final.

En 2015, cuando Blaquier era procesado por primera vez en estas causas, Eublogia Cordero de Garnica, "Rita", todavía estaba viva. Aún vivía en Libertador, de donde se la habían llevado secuestrada a ella, a sus dos hijos aún desaparecidos y a su marido. Rita estaba casi ciega y convencida de que el empresario no iba a ser juzgado porque "este tiene plata y va a hacer lo que quiere". Pero también dijo otra cosa cuando escuchó a uno de sus nietos volver de la escuela con la historia de El Familiar y los secuestros.

-- ¡Que me lo venga a decir a mí que ha sido El Familiar! --le dijo-- Que acá el Familiar es Pedro Blaquier.

El próximo 20 de julio se cumplirá un nuevo aniversario de las noches de redadas en Libertador, cuando los vehículos del Ingenio levantaban gente y se producían de cortes de suministro eléctrico en la zona. Ese día habrá una nueva movilización. Blaquier aún no pudo ser juzgado por la Justicia, pero cada relato y cada peregrinación confirma que la historia ya hizo su trabajo.