La Agencia Federal de Inteligencia (AFI) siguió, fotografió y recopiló información sobre los familiares que buscaban desesperadamente saber qué había pasado con los 44 tripulantes de un submarino de la Armada Argentina que se hundió días antes de volver a tierra. Esos hechos no están ni estuvieron alguna vez controvertidos. Sin embargo, para la Cámara Federal porteña esos elementos no constituyeron un caso de espionaje sobre un colectivo de víctimas sino tareas que hacía la exSIDE para garantizar la seguridad del entonces presidente Mauricio Macri. Con esa argumentación, los camaristas Pablo Bertuzzi, Mariano Llorens y Leopoldo Bruglia –los tres llegados al tribunal de apelaciones de Comodoro Py durante la era Cambiemos– hundieron la investigación sobre el espionaje a las familias de los submarinistas y sobreseyeron a Macri y a los integrantes de la AFI que habían sido procesados el año pasado por el juez Martín Bava en Dolores.

En noviembre de 2017, la Armada perdió cualquier contacto con el submarino ARA San Juan. La desesperación empezó a crecer entre los familiares de los marinos que no obtenían respuestas. Macri los visitó en la base naval de Mar del Plata en los primeros días de la desaparición del buque. Después de esa reunión tensa, el juez Bava detectó que empezaron las tareas de inteligencia sobre los familiares. Los partes de inteligencia mostraban que los fotografiaban, revisaban sus redes sociales, pero esto no ocurría únicamente cuando estaba Macri en la ciudad balnearia –lo que, a entender de la Cámara Federal, podría ser para proteger al presidente– sino cuando hacían una misa o iban al Concejo Deliberante local para hacer oír su reclamo. Uno de los partes analizados por el juez que subroga en Dolores muestra que la AFI Mar del Plata le anticipó información a la central antes de una reunión que se haría en Casa de Gobierno.

Sin mención hacia las víctimas, Macri leyó el fallo de la Cámara Federal en clave electoral. “Ganó la verdad. La verdad aún puede ganar en la Argentina. No perdamos la fe. Cada vez falta menos para que la Argentina cambie para siempre”, tuiteó mientras pasea por Europa. El líder del PRO, cuando ya circulaba el rumor sobre un fallo favorable antes del inicio de la feria de invierno, anunció en el juzgado que tiene la causa que anticipaba su regreso once días y que el lunes iba a estar volviendo a Buenos Aires.

“Antes los espías eran cuentapropistas, ahora los familiares son una amenaza a la seguridad nacional y presidencial”, ironizó la abogada querellante Valeria Carreras en diálogo con Página/12 después de conocerse el fallo de la Cámara Federal y anticipó que recurrirá la resolución ante la Casación Penal. Luis Tagliapietra, abogado y padre de uno de los submarinistas, señaló que la resolución era “infundada y desajustada a la prueba y al derecho y solo se puede justificar por un evidente amiguismo de los jueces involucrados para con el ex presidente y su círculo”. En esa misma línea, el ministro de Justicia Martín Soria denunció en Twitter que a Macri “lo salvan los amigos”.

La causa

El 1 de octubre del año pasado, Bava llamó a indagatoria a Macri en la causa sobre el espionaje a las familias del ARA San Juan. Desde entonces, el macrismo desplegó toda una batería para correr al juez, generarle problemas en el Consejo de la Magistratura y hacer caer la investigación que avanzaba lejos de los tribunales de Retiro.

El 1 de diciembre, Bava dictó el procesamiento de Macri –el único que tenía desde que dejó la presidencia–. En la causa también estaban procesados los exjerarcas de la AFI Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, los exdirectores operacionales de Contrainteligencia Diego Dalmau Pereyra y Martín Coste, el exdirector de Reunión Eduardo Winkler, el exjefe de la base Mar del Plata Nicolás Iuspa Benítez y cinco agentes que revistaban en esa repartición.

Para Bava, era claro que la AFI espió a los familiares para anticiparle información a Macri en un tema que atraía la atención internacional. El juez descartó la teoría del macrismo que indicaba que la exSIDE había colaborado con la Casa Militar en la seguridad del entonces primer mandatario. Veinte días después de dictar el procesamiento de Macri, la Cámara Federal de Casación Penal sacó todas las causas de espionaje de Dolores –el D’Alessiogate, la del “Proyecto AMBA” y la del ARA San Juan–.

El contraataque

En un voto conjunto, Bertuzzi, Llorens y Bruglia desarmaron la acusación de Bava y sostuvieron que no había delito que investigar. Por el contrario, los tres camaristas dijeron que la AFI incluyó en sus reportes a las familias del ARA San Juan como parte de sus tareas para colaborar con la protección del Presidente. “Las actividades desplegadas tuvieron como único objetivo la seguridad presidencial y/o la seguridad interior, y por esta razón se encuentran justificadas”, afirmaron los camaristas que se mudaron al segundo piso de los tribunales de Retiro durante el gobierno de Macri.

La línea argumental del tridente fue la siguiente:

  • Las actividades de inteligencia están llamadas a preservar la vigencia e integridad del orden constitucional;

  • La seguridad del presidente es un objetivo de inteligencia;

  • La AFI actuó dentro de sus atribuciones porque la existencia de un potencial riesgo contra la seguridad del Presidente es un objetivo específico de inteligencia;

  • Dentro de la AFI existía un departamento de “Enlace con Casa Militar” para colaborar con la seguridad del presidente y de su entorno en lo que se conoce como la “avanzada” o “previo”;

  • Antes de una visita de Macri a un lugar, la AFI hacía un informe socioambiental –se supone que ese informe, según la mirada de la Cámara, también habilitaba a sacar fotos de personas, hurgar en sus redes personales o incluso adelantar cuáles eran sus posiciones ante un determinado tema–;

  • La razón de ser de la base de la AFI en Mar del Plata es la residencia presidencial de Chapadmalal, dijo la Cámara retomando la declaración de Dalmau Pereyra;

  • En Mar del Plata debían ser especialmente cautelosos porque Macri ya había sufrido un escrache en esa ciudad y después una apedreada cuando fue a Villa Traful:

  • Los informes que hizo la AFI fueron siempre en fechas cercanas a las visitas de Macri a Mar del Plata. Esto no es exactamente así porque la AFI también le adelantó información para una reunión que se iba a hacer en la Casa Rosada;

  • Según los camaristas hubo “observaciones de campo absolutamente superficiales, que en ningún momento afectaron la vida privada de los particulares”.

El fallo no sorprendió. Meses atrás, el fiscal ante la Cámara Federal porteña, José Agüero Iturbe, había pedido anular el procesamiento de Macri. Sin embargo, la Sala I fue más allá y derrumbó toda la causa. El mismo viernes, los mismos jueces revocaron todos los procesamientos en la causa del “Proyecto AMBA” y desacreditó la existencia de un plan sistemático de espionaje durante el macrismo. Dos de los camaristas, Llorens y Bertuzzi, ya lo habían hecho cuando dejaron en pie solo diez procesamientos en la causa de los espías conocidos como Súper Mario Bros. Entonces no fue la seguridad presidencial lo que estaba en riesgo sino que convalidaron la teoría de que los espías cuentapropistas eran tan osados que se atrevían a espiar a la hermana menor del presidente.