El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viajará este lunes al estado de Kentucky, donde más de 30 personas murieron por las recientes inundaciones, para supervisar los esfuerzos de rescate y visitar a las familias afectadas.

De esta manera, el mandatario realizará su primera actividad oficial luego de recibir el alta tras pasar 18 días aislado por su diagnóstico de covid-19. Asimismo, irá acompañado de la primera dama, Jill Biden, y se encontrará con el gobernador estatal, Andy Beshear, y su esposa.

La semana pasada, el gobernador Beshear anticipó que el número de víctimas fatales por las lluvias torrenciales "probablemente aumentará" a medida que continúan las labores de rescate, ya que cientos de personas se encuentran aún desaparecidas. En tanto, se reportó que hay varios menores de edad, entre los fallecidos.

Además, Beshear mandó a movilizar a nuevos reservistas de la Guardia Nacional estatal para que ayuden a rescatar a los vecinos de Kentucky.

El jueves pasado, el gobernador ya declaró el estado de emergencia en todo el estado y contó con la Guardia Nacional para hacer frente a lo que ha descrito como "una de las peores y más devastadoras" inundaciones de la historia del territorio.

Este es el segundo desastre natural que golpea Kentucky en menos de ocho meses después de que, en diciembre, una serie de tornados arrebatara la vida a más de 80 personas en el oeste del estado.

Por su parte, el presidente Biden anunció el viernes la declaración del territorio como zona de "desastre mayor" para confirmar la ayuda que el Gobierno federal dará al estatal para hacer frente a estas inundaciones, informó la Casa Blanca en un comunicado.

Prevén más tormentas en las zonas inundadas

El Servicio Meteorológico Nacional estadounidense (NWS, en inglés) extendió una alerta de inundaciones hasta el domingo por la noche para las áreas del este de Kentucky asoladas por aguas crecidas hace más de una semana. Además, se le sumó una amenaza de tormentas eléctricas en la región para gran parte de la próxima semana.

"Hay una amenaza persistente de tormentas hasta el jueves que podría generar fuertes lluvias y causar inundaciones repentinas, especialmente si varias tormentas pasan por la misma zona”, señaló el servicio meteorológico en la ciudad de Jackson.

37 personas muertas, pero se esperan más

Al menos 37 personas murieron en las inundaciones después de que cayeran entre 20 y 27 centímetros de lluvia (8 a 10,5 pulgadas) en solo 48 horas en la región montañosa de los Apalaches. Las inundaciones también afectaron zonas en Virginia y Virginia Occidental, al otro lado de la frontera con Kentucky.

En este sentido, el Servicio Meteorológico señaló que las estimaciones de lluvia basadas en el radar dejan entrever que cayeron entre 20 y 27 centímetros (14 y 16 pulgadas) de lluvia del 26 al 29 de julio, totales que “históricamente no se habían visto”.

Asimismo, más de 1300 personas fueron rescatadas en los días posteriores a la tormenta mientras los socorristas buscaban en botes y liberaban las riberas de arroyos obstruidas por escombros. En tanto, los equipos de trabajo seguían intentando restablecer las conexiones de electricidad y agua, y los residentes intentaban reparar sus hogares.