La mayoría de los consultores en campañas electorales piensan que la elección de diputados y senadores de octubre será un mano a mano entre Cambiemos y Unidad Ciudadana, el frente que lidera Cristina Fernández de Kirchner. Algunos creen que la división entre el kirchnerismo y el Frente Justicialista de Florencio Randazzo –habrá que ver si se mantiene a la hora de presentar listas, el 24 de junio– es un beneficio para Cambiemos y que le abre las puertas a ser la fuerza que saque más votos en el conteo final en la Provincia de Buenos Aires. Están también los consultores que no creen en el mano a mano y piensan que tanto Randazzo como Sergio Massa serán competitivos y tendrán un espacio que para nada será menor. 

Las conclusiones surgen de una amplísima consulta de PáginaI12 a los diez encuestadores y consultores de los más conocidos del país. Por primera vez desde la fundación de este diario no está la respuesta de Manuel Mora y Araujo, uno de los pioneros en la Argentina en materia de estudios electorales. Mora y Araujo falleció el 26 de mayo pasado. 

Números

“La definición de que CFK y Randazzo no van a disputar una primaria sino que van a competir desde fuerzas distintas –analiza Federico Aurelio, titular de Aresco– modifica el escenario previsto. ¿Por qué ? De acuerdo a nuestras mediciones, la primaria de CFK + Randazzo conformaba un FPV con una intención de voto de alrededor del 38 por ciento de los bonaerenses. Este porcentaje le permitía ser el frente electoral más votado con una diferencia respecto al frente Cambiemos de alrededor de ocho puntos. Dado que esta primaria del FPV de acuerdo a nuestras mediciones se definía favorablemente para CFK, la duda era cuanto del voto de Randazzo de la primaria, CFK lograba fidelizar en la elección general de octubre. A CFK le hubiera resultado más sencillo fidelizar los votos de Randazzo posteriormente a haber participado ambos en una primaria.Y este dato no es menor, en primer lugar porque en un escenario de paridad hoy entre CFK y Frente Cambiemos en alrededor de 30 puntos cada uno, el crecimiento de 2 o 3 puntos de alguno de ellos va a definir el ganador de la elección de octubre. El Frente Cambiemos, principal beneficiario de la división del peronismo en dos fuerzas políticas distintas, seguramente va a implementar como ejes de campaña el no volver al pasado (se le facilita con CFK candidata) y la necesidad que la sociedad apoye su gestión para resolver los graves problemas que se vienen arrastrando hace décadas. El principal factor del apoyo a Cambiemos que indica nuestras investigaciones es la voluntad de apoyar al gobierno de macri y de Vidal, pero la aplicación exitosa de la campaña en sus candidatos es lo que debe conseguir obtener los votos electorales que necesita para ganarle a CFK”.

No se polariza

Para Hugo Haime, de Haime y Asociados, no habrá polarización. “Venimos insistiendo en la existencia de tres espacios en disputa: Cambienos, 1Pais y el kirchnerismo. La situación de Randazzo en ese sentido queda aprisionada entre los K y Massa.

Para terminar de evaluar el escenario necesitamos precisiones sobre quienes serán los candidatos. Hoy a los teoricos candidatos de Cambiemos les cuesta arrancar, pero la marca vale más que los candidatos, así que no sabemos si luego pueden crecer o no. Eso dependerá de la dinámica de la campaña y de que pase con la gestion. Sobre todo porque los liderazgos siguen valiendo a la hora de los votos y en ese sentido Massa / Stolbizer tienen imágenes positivas, así como CFK tiene imagen negativa, pero un núcleo duro importante y tambien el gobierno tiene un núcleo duro. En síntesis, hay que esperar al 24 para que las cosas estén mas claras”.

Alternativas

“El que haya formulado las hipótesis correctas se llevará el premio –diagnostica Eduardo Fidanza, de Poliarquía–. El gobierno piensa que podrá polarizar con Cristina, que la gente finalmente preferirá seguir apostando al futuro en lugar de volver al pasado, a pesar de que la economía no arrancó; y que sus candidatos, con menos volumen político, recibirán el impulso decisivo de Vidal y Macri. El kirchnerismo apuesta a que se inclinarán por Cristina repudiando el ajuste que consideran brutal. Massa y Stolbizer van por la despolarización y tienen chances de conseguirla, porque Massa en el peor escenario conserva lo que obtuvo en la primera vuelta en 2015 (21 por ciento). Queda considerar lo de Randazzo. Si él finalmente va por afuera, ese nuevo fraccionamiento debería favorecer a Cambiemos”.

Polarización

Roberto Bacman, titular del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) cree que “aunque el 30 por ciento de los bonaerenses se autodefinen como oficialistas, aún no han encontrado un candidato que potencie tal segmento ideológico y además le permita agregar electorado independiente. Es innegable que María Eugenia Vidal no está atravesando su mejor momento: la gestión desgasta y el conflicto docente lleva casi seis meses sin que se vislumbre una luz de esperanza para su solución. Además afronta las consecuencias de la situación económica: en el Gran Buenos Aires, alrededor de 7 de cada 10 ciudadanos están insatisfechos con la gestión económica de Cambiemos y una parte sustancial de esta población posee un fuerte convencimiento que lo que ganan no les alcanza para llegar a fin de mes. Pero los desafíos más significativos se encuentran en el segmento opositor. Hasta el momento el peronismo se presentará dividido: Descartar al PJ es una jugada muy osada, bien al estilo kirchnerista, arriesgando al límite. Su fortaleza radica en la figura de CFK, en su alta popularidad en territorio bonaerense (con gran crecimiento en el conurbano) y a un núcleo duro de apoyo, que hasta el momento la convierte en la candidata individualmente más votada. Con Cristina no hay término medio: se la ama o se la odia. Si CFK confirma su candidatura, con o sin acuerdo con Randazzo, la elección tenderá de manera inexorable a polarizarse. Dos modelos en pugna, dos plebiscitos paralelos, dos ideologías en la contienda electoral con mayor peso simbólico del país.”

Contrastes

Con mucha ironía, Enrique Zuleta Puceiro, de Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM), señala que “el oficialismo parecería haber logrado su objetivo central. Es decir la presencia protagónica de Cristina. Es cierto que la ex presidenta tendrá un arco de fuerzas políticas que realza y favorece su independencia estratégica, incluyendo la definición de listas. Ello facilita la estrategia gubernamental de contraponer el pasado y el futuro como términos antinómicos y que el pasado este representado por la figura con mayor nivel de rechazo en la política argentina. Los sectores del peronismo tienen a su vez también una oportunidad de evolución gradual, lejos del riesgo de contaminación con el kirchnerismo. Si bien la estructura formal del PJ les es inmanejable, pueden aspirar con razón a una política de afirmación de su propia identidad, mas allá del efecto político que logren alcanzar. Sergio Massa tiene ahora mejores perspectivas para resguardarse del efecto polarizador. Una amplia franja de votantes peronistas difícilmente acompañe a la nueva coalición, sobre todo si CFK es candidata. El ahora sello PJ tampoco ofrece perspectivas electorales claras y ello realza las posibilidades del massismo, que detiene la caída libre que venía experimentando”. 

CFK

Artemio López, cabeza de la consultora Equis, afirma que CFK parte de un 40 por ciento de la intención de voto en la Provincia de Buenos Aires. “Lo que percibimos es un escenario con dominio de la figura de Cristina KIrchner que gira en torno al 40 por ciento de las preferencias, con fortaleza diferencial entre menores de 30 años y segmentos medios bajos y bajos, en particular de la tercera sección electoral que vuelve a responder a la figura de Cristina tras la pobre performance 2013 y 2015. Es nítida igualmente una segunda minoría representada por Cambiemos y sus candidatos con 25 por ciento de intención de voto y fortaleza diferencial entre segmentos medios y medios altos y mayores de 45 años con epicentro electoral en la primera sección y el interior provincial . Ambas minorías están en crecimiento. La tercera opción en el escenario bonaerense es el Frente Renovador (ahora se llamará 1País) con el 20 por ciento de menciones y fortaleza etaria y geográfica en espejo con Cambiemos. Hoy la fuerza de Massa compite electoralmente por el escenario de Cambiemos, ya sin intervención sobre el electorado que muestra afinidad con Cristina Kirchner Esta trilogía de fuerzas se recorta del resto y este mapa no parece ser ya modificable como tampoco el ordenamiento de cada fuerza en el sistema de preferencias bonaerense”.

Lo social

“En la Provincia de Buenos Aires, solo un 30 por ciento de la población evalúa positivamente la situación económico y social –señala Analía Del Franco, de DelFranco Consultores–. A su vez dos tercios de la población considera que hace un año vivía mejor. Pero cuando los bonaerenses piensan en el futuro (a uno o dos años vista) llega a casi un 45 los que consideran que les puede ir personalmente mejor. Este mix entre el alto porcentaje de población que evalúa negativa y críticamente la situación de social y económica y cierta expectativa futuro, además de la evaluación positiva de la gobernadora confluye en mantener una preferencia electoral al espacio Cambiemos entres 28 y 33 por ciento. Sin embargo resulta un caudal vulnerable ya que los candidatos, que Cambiemos propone –hasta el momento– no logran mantener esta perfomance y llega a descender entre 10 y 15 puntos su intención de voto si Vidal no es invocada. La oposición, es la que más siente este período de definición de alianzas, especialmente el peronismo, lo que tiene cierta lógica después de haber perdido las elecciones presidenciales hace dos años. La multiplicidad de adversarios es por un lado música para los oídos de Cambiemos. Puede ganar con bajo caudal electoral pero también es la multiplicación de enfrentamientos y críticas a su gestión. No deja de ser una complicación para el oficialismo y su interés en polarizar solamente con CFK”.

Tres

Ricardo Rouvier, de Rouvier y Asociados no cree en la polarización. “Hay tres fuerzas que están primeras en la consideración del electorado: Cambiemos, el nuevo frente liderado por CFK y 1País. Ahora se agrega una nueva fuerza de origen peronista que lidera Randazzo y ostentará el sello del PJ. Esta expresión, en el arranque, tiene un escaso caudal de votos. Su evolución dependerá de la campaña electoral y no del posicionamiento previo. Entre las fuerzas expectantes para el triunfo del distrito asoma CFK con la Unidad Ciudadana y el oficialismo Cambiemos como las que arrancaron en punta, con cercanía del frente de Massa. La fuerza del kichnerismo y sus posibilidades electorales están depositadas en forma exclusiva en la fuerza de la imagen de su líder; en Cambiemos en la figura de la gobernadora Vidal; y Massa/Stolbizer integran la tercera fuerza con un equipo experto profesional como segunda línea. Todavía no se puede observar bien, la incidencia del PJ en detrimento del frente liderado por CFK, debido a que las bases cuantitativas de análisis son pequeñas. La división en el peronismo favorece el pronóstico del oficialismo. El oficialismo hará una buena performance en el interior bonaerense, y la oposición en el conurbano. Esta enarbolará los efectos socioeconómicos en la población de la política económica; mientras el oficialismo, que no tiene logros que mostrar en ese aspecto, se apoyará en el eje de los valores en contrastación con el pasado”.  

Lealtades

Fernando Zack, al frente de Analogías, hace un análisis que no se detiene únicamente en la cuestión electoral. Sostiene que “al construir un frente electoral por fuera del Partido Justicialista, Cristina Fernandez de Kirchner ha tomado la decision estratégica en vistas a la elección presidencial de 2019 de fortalecer un armado leal basado en ideas compartidas. Tomando una de las principales enseñanzas de Maquiavelo en El Príncipe, CFK coincide en que es preferible perder con tropas propias que ganar con la ayuda de ejércitos ajenos (en este caso, sectores del peronismo y dirigentes que han mostrado ambiguedad frente al gobierno de Mauricio Macri). La candidatura de CFK profundizará la polarización del debate a la que está apelando el Presidente para evitar que la economía se introduzca en la agenda de campaña. De esta manera, la elección en la Provincia contará con dos actores protagónicos (CFK y Cambiemos) que concentrarán entre el 70 y el 75 por ciento de los votos y un elenco secundario integrado por Massa y Randazzo con escasa relevancia electoral. La elección sera sumamente reñida, aunque todos los sondeos que hemos realizado dan ganadora a CFK sobre Cambiemos, cuyo principal problema es la ausencia de un candidato con el volumen politico y peso electoral para enfrentar a CFK. En cualquier caso, ya sea que gane o pierda la elección, CFK sera electa senadora nacional, se consolidará como la principal referente opositora y la dirigente peronista con mayor caudal electoral y legitimidad social”.

Identidades

Luis Costa, de la consultora Quiddity, evalúa que CFK dio un paso hacia afuera del peronismo. “La salida de Cristina del peronismo descubre sobre todos nosotros un interrogante relacionado a identidades. El kirchnerismo se reconoció siempre como parte de la tradición del peronismo, y aunque ha realizado su propio camino y construido su identidad autónoma, probablemente una porción de sus votos eran por ser en ese momento de la historia la expresión que el peronismo asumía. Es posible que esta salida del PJ sea más una pérdida que una instancia de ganancia. Igualmente la respuesta final la va a dar la campaña, no la reflexión de hoy. En los cálculos de escenarios, Randazzo era un actor hasta agosto, es decir hasta la primaria. Ahora va a estar activo hasta octubre y con capacidad de quitar o repartir votos para más de uno. En principio podría tomar el voto kirchnerista más blando, aunque también ese podría ir hacia Massa. Al mismo tiempo su presencia, ahora solo, pierde algo de gracia. El juego imaginado contra Cristina pierde interés y lo toma nuevamente Cambiemos, quien entiendo se beneficia del proceso de reconversión opositor. Cambiemos tendrá una campaña ordenada sobre sí mismo con una oposición batallando por el resto. El peronismo resolviendo sus conflictos internos en público, exponiéndose a las audiencias con acusaciones cruzadas. Imagino al oficialismo preocupándose particularmente por hacer conocidos a sus candidatos y utilizando fuertemente a la gobernadora”.

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