Un intento de robo con persecución y muerte de dos personas y la detención de otras cuatro tuvo lugar a metros de la intersección de Libertador y Cerrito, poco antes de las tres de la tarde. La calificación periodística habitual destacó lo que habitualmente se destaca: la víctima no eran los muertos sino el asaltado, quien persiguió en su auto a los dos asaltantes que huían en moto, los atropelló y ambos motociclistas salieron disparados hacia la otra mano de Libertador, donde fueron impactados por una camioneta que circulaba en dirección contraria. Otros dos motociclistas que participaron en el intento de robo, regresaron al lugar y fueron detenidos. Los otros dos detenidos son el conductor asaltado que persiguió y atropelló a los ladrones, y el que avanzaba en sentido contrario. 

El robo tuvo lugar a la altura de Esmeralda y Libertador, cuando el conductor de un Renault Sandero negro detuvo el auto. En el asiento del acompañante había dejado una mochila con dinero que había retirado de un banco (según fuentes policiales, 40 mil pesos). De acuerdo a la información policial, dos motos –montada cada una por dos hombres–, se situaron a un lado y otro del vehículo. El acompañante de la moto del lado del conductor rompió la ventanilla delantera izquierda. Inmediatamente, los de la otro moto rompieron el vidrio del acompañante y manotearon la mochila.

Inmediatamente aceleraron en dirección al sur por Libertador. Pero el conductor asaltado apretó el acelerador y los persiguió unos 200 metros. Al llegar a la altura de Cerrito y Libertador dio alcance a la moto en la que portaban la mochila y la embistió. Al menos, uno de los motociclistas fue levantado por el aire y golpeó en el parabrisas del Renault.

Ambos motociclistas fueron lanzados por el impacto hacia la otra mano, donde fueron atropellados por un Honda CR-V. Ambos murieron sobre el asfalto.

 A todo esto, los otros dos motociclistas regresaron al lugar y fueron detenidos. La circunstancia fue particular: no es que la policía los hubiera reconocido sino que uno de los motociclistas intentó desesperadamente recuperar el cuerpo de uno de los fallecidos.

El caso recayó en el juzgado Criminal y Correccional 39, a cargo de Omar Peralta como juez subrogante y fue calificado inicialmente como “homicidio culposo, robo y lesiones”.

Esto significa que, inicialmente, el juzgado considera que las muertes fueron producto del impacto con el Honda, que pasaba casualmente por el lugar. El robo corre por cuenta de los dos motociclistas detenidos así como las lesiones. Habrá que aguardar para conocer qué lectura hace el juez de la actitud del asaltado perseguidor. También conocer el resultado de los peritajes que determinen si cada muerte se produjo por el impacto con el Sandero o éste provocó lesiones en los dos motociclistas.

Las preocupaciones periodísticas vespertinas circularon en torno a la “carpita” que cubría los dos cuerpos y al corte de la avenida Libertador.