El presidente Alberto Fernández recordó que en la Argnetina "hay un fiscal procesado por espionaje ilegal" y criticó los "privilegios" de los jueces, fiscales y defensores. "Quiero pedirle al Congreso que asuma el rol de control del Poder Judicial", encomendó. Durante la apertura de sesiones ordinarias, el presidente Alberto Fernández condenó el accionar del Poder Judicial y recordó que "hay un fiscal procesado por espionaje ilegal". Sin mencionarlo con nombre y apellido, hizo referencia a Carlos Stornelli, procesado en el Caso D'Alessio, que tramita en el Juzgado Federal de Dolores. "A él (por Stornelli) no se le aplica la doctrina que recomendaba la detención preventiva de personas cuando su poder residual pudiera afectar la investigación: su poder no es residual, está vigente", disparó Fernández.

"El Poder Judicial de la Nación está en crisis"

Ante la atenta mirada de los cinco jueces que integran la Corte Suprema de Justicia, Alberto Fernández aseguró que los "jueces, fiscales y defensores" gozan de privilegios que no tienen otros ciudadanos, y recordó: "Ningún juez paga impuesto a las Ganancias". Además, cuestionó que "en el caso de los jueces de la Corte Suprema es imposible acceder a la declaración jurada de sus bienes". "Empecé mi Presidencia inteviniendo la Agencia Federal de Inteligencia, esperaba que con eso se iniciara un derrotero que echara luz en los sótanos de la democracia. Lamentablemente no fue así, el Poder Judicial está en crisis y pareciera vivir en los márgenes del sistema republicano".

Control cruzado al Poder Judicial

"Viendo todo esto y con el solo propósito de mejorar la calidad institucional de la República quiero pedirle al congreso nacional con muchísimo respeto que asuma el rol del control cruzado sobre el poder judicial", propuso Fernández. "Así lo prevé nuestra Constitución, institucionalmente alguien debe ocuparse de ver lo que ha ocurrido y ver lo que está ocurriendo en la administración de justicia de nuestra República", sostuvo el Presidente. Afirmó que no se busca "interferir en sus decisiones, si no que siga cumpliendo el rol que el estado de derecho le ha asignado". En este sentido, enumeró las fallas que observa en el accionar de la Justicia: "Se extienden amparos a que duran años antes de ser resueltos, en concursos comerciales que demoran décadas, eternos reclamos laborales o previsionales, detenciones preventivas innecesarias y excarcelaciones improcedentes, en femicidios que se consuman sin que muchos jueces y fiscales hagan lo necesario para impedirlos".