El fiscal federal Federico Delgado apuntó contra los jueces de la Cámara de Casación Penal Gustavo Hornos y Mariano Borinsky, luego de que la semana pasada salieran a la luz sus visitas a la Casa Rosada y la Quinta de Olivos para reunirse en secreto con Mauricio Macri, al mismo tiempo que debían fallar sobre Cristina Kirchner y exfuncionarios de su gobierno. 

Para Delgado, Borinsky y Hornos “quebraron un deber ético”. El fiscal federal consideró que existe una "dimensión ética" que "todos los funcionarios públicos juran respetar", y aseguró que tras los encuentros secretos "la credibilidad judicial descendió un escalón más". 

Hornos se reunió al menos seis veces con funcionarios de Cambiemos en la Casa Rosada y visitó la Residencia de Olivos durante la era Macri otras dos ocasiones. En el caso de Borinsky, las visitas a la Quinta Presidencial fueron 15. 

Según Delgado, "hay un montón de expedientes judiciales que van ser objeto de debates por las consecuencias legales de estas visitas”. De hecho, esta semana la vicepresidenta Cristina Kirchner adelantó que pedirá la nulidad de la causa por la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán, donde intervinieron tanto Hornos como Borinsky para reabrir el expediente. 

Delgado afirmó que además la Justicia se ha transformado en un "garante de impunidad para el poder político y económico".

“Hay que pensar cómo desterrar esto”, planteó el fiscal, e indicó que se debe "ir a la raíz del problema." “Hay que revisar la forma en la que se nombran a los jueces, fiscales y empleados judiciales. Hay demasiada conversación previa, demasiado amiguismo”, afirmó.