El senador demócrata estadounidense, Bernie Sanders, anunció que presentará una moción en el Senado "en defensa de la democracia y el respeto al proceso electoral brasileño", una vez que los legisladores regresen del receso a fines de este mes. 

En julio, Sanders se reunió con 19 representantes de organizaciones de la sociedad civil brasileña en el Capitolio de Washington, en un viaje organizado por la fundación Washington Brazil Office (WBO).

La moción de Sanders pide que el gobierno de Joe Biden rompa las relaciones con el gobierno de Brasil si el mandatario Jair Bolsonaro lleva a cabo las amenazas que ha hecho públicamente de no respetar los resultados de las urnas en las elecciones presidenciales si pierde.

"Sería inaceptable que Estados Unidos reconociera y trabajara con un gobierno que en realidad perdió las elecciones. Esto sería un desastre para el pueblo brasileño y enviaría un mensaje desastroso al mundo entero sobre la fortaleza de la democracia", dijo el senador a la web Político.

Este tipo de moción no tiene fuerza de ley, pero tiene la capacidad de influir en la toma de decisiones del gobierno. En la práctica, la oficina de Sanders buscará recolectar tantas firmas como sea posible en apoyo de la moción, que generalmente se acepta por aclamación, señaló Político.

Tras reunirse con WBO, Sanders declaró: "Lo que escuché (de la comitiva) desafortunadamente me suena demasiado familiar debido a los esfuerzos de (Donald) Trump y sus amigos para socavar la democracia estadounidense. No me sorprende que Bolsonaro intente hacer lo mismo en Brasil. Realmente esperamos que el resultado de las elecciones [brasileñas] sea reconocido y respetado, y que la democracia, de hecho, prevalezca en Brasil".

Además de Sanders, la delegación brasileña visitó a los representantes Jamie Raskin (Maryland, miembro de la comisión que investiga el ataque al capitolio de enero de 2021), Hank Johnson (Georgia), Mark Takano (California) y Sheila Cherfilus McCormick (Florida), como así como ayudantes de los senadores Patrick Leahy (Vermont, presidente del Senado) y Ben Cardin (Maryland). El objetivo era informarles sobre la situación en Brasil, donde el presidente Bolsonaro es crítico con la Justicia y pone bajo sospecha el sistema electoral y los resultados electorales.

La "táctica trumpista"

El 18 de julio, Bolsonaro reunió a embajadores extranjeros en el Palacio de la Alvorada (residencia presidencial) para desacreditar las urnas electrónicas y criticar a los ministros del Tribunal Superior Electoral, máxima autoridad electoral de Brasil, cuya función es garantizar la equidad de los comicios del próximo 2 de octubre que, según las encuestas, darán la victoria al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Algunos de los embajadores extranjeros que asistieron a la reunión consideraron que el mandatario reforzó la narrativa que puede usarse para cuestionar el resultado de las urnas, en caso de que gane Lula.

Los diplomáticos calificaron la estrategia en el discurso del mandatario como una "táctica trumpista", en referencia al expresidente estadounidense Donald Trump, admirado por Bolsonaro, que alimentó las teorías de conspiración de que las elecciones fueron manipuladas.

No todos los embajadores se fueron de la reunión con esa percepción. Parte del grupo consideró fundados los cuestionamientos planteados por Bolsonaro, según informó el diario Folha de S. Paulo. Los diplomáticos que fueron consultados por el diario, pero no quisieron dar su nombre, también destacaron que el mensaje del presidente brasileño estaba dirigido a sus votantes más radicales, quienes pudieron seguir el evento en las redes sociales.