Una flamante editorial infantil hace libros en español y en francés: no bilingües, sino en dos versiones de cada cuento. La original idea de Quel Toupet! –algo así como el Qué tupé! de estas tierras– se materializa en libros bien editados, escritos, traducidos e ilustrados, que tienen como protagonista a Lupita, una simpática tortuga. La idea y los cuentos de la francesa radicada en la Argentina Keren Benoliel toman forma en las ilustraciones de Cristian Turdera, con estilo y tono pastel que redondea una impronta muy especial para estos libros que hasta se sienten suaves al tacto, por el papel en que están impresos.

En cada historia en español y en francés, La pequeña tortuga Lupita vive aventuras con sus amigos. Esas aventuras fantásticas pueden partir de una tableta de chocolate o de un simple paseo, como suele ocurrirles a los chicos. La idea misma del sello fue una aventura a emprender para Benoliel, “una loca francesa llena de fantasías”, según se presenta. “Toda esta aventura comenzó por mis hijos, que hoy tienen 3 y 5 años y son franco–argentinos. Para mí es muy importante concretar un trabajo de intercambio de cultura entre ambos países”, explica la novel autora y editora. “La filosofía de la Editorial Quel Toupet! es la de promover la lectura para los niños. A través de la colección de Lupita, mi objetivo siempre fue que los más pequeños se familiaricen con la lectura y los más grandes tengan una propuesta literaria de calidad tanto en francés como en español. En un mundo globalizado abierto a la información, me parece fundamental que las nuevas generaciones manejen como mínimo dos idiomas”, opina.

Benoiel recuerda con especial alegría los encuentros con chicos que están estudiando francés con Lupita en las escuelas públicas y privadas. Pero también con muchos otros que lo leen solo en español, y se aprenden de memoria las historias de la tortuga con Archi, Stan, Iris, Torvic, Rubí y Leonora (tales los amigos que coprotagonizan estas aventuras en los diferentes libros), y hasta con adultos que estudian francés o español.  Los libros también se venden en Chile, Uruguay, Colombia, Israel y, claro, Francia. “Para mí es un honor poder llevar y devolver cultura a mi país. Hace unas semanas estuvimos en la Feria de la Poesía en París, fue una aventura muy original, muy interesante y un gran acercamiento a los parisinos”, cuenta la autora.

Más allá de los posibles “usos” del libro en la enseñanza de idiomas y de su aporte como puente cultural, los libros tienen un primer valor literario y estético, y eso es lo que la autora resalta: “Cuando uno es niño la imaginación es infinita, y que cada chico que lee Lupita pueda volar con la imaginación, es el regalo más grande. Y para los adultos que también leen Lupita, que sorprendentemente son muchos, espero poder invitarlos a remontar a aquellas épocas, con esa alma de niños traviesos que guardamos todos.