Cómo se le complica a River jugar en Sarandí. Parecía que el equipo de Gallardo iba reencontrándose con su mejor versión dado los últimos encuentros -cuatro triunfos en cinco presentaciones, incluida la goleada 4 a 1 sobre Newell's de la fecha pasada- pero las visitas millonarias al Viaducto nunca son viajes de placer. Desde que Arsenal llegó a la máxima categoría, allá no tan lejos por 2002, ambos equipos se habían enfrentado en 20 ocasiones en Sarandí hasta este miércoles y el historial sorprende: seis triunfos locales, 10 empates y cuatro alegrías visitantes.

Fueron bastante buenos los primeros minutos de River, con alguna que otra pincelada de Palavecino pero más que nada por los desbordes de Solari, quien evidenció mucha confianza en sus cualidades luego de su doblete ante Newell's. En su quinto partido con la camiseta de la banda, el sanluiseño fue el mejor de los suyos, aunque eso no es mucho decir dado lo que terminó realizando el equipo de Gallardo.

A la media hora de juego ya estaba claro que la visita había caído en la trampa propuesta por el local, un elenco especialista en el arte de enmarañar partidos. No por nada el Arsenal de Leonardo Madelón es el equipo que más empató en lo que va de 2022 (17 igualdades en 28 partidos) y también lidera esta Liga (nueve en 14), una apuesta que por ahora le viene saliendo bien en su lucha por la permanencia, a pesar de que un empate resta más de lo que suma.

Las dimensiones de la cancha ayudaron para que la pierna fuerte, las barridas y los rebotes estuvieran a la orden del día y River, casi que ofuscado por no conseguir el gol rápidamente a pesar de merecerlo, terminó jugando muy mal.

Pasó poco y nada en las áreas -con más nada que poco para ser honestos- pero como para disimular lo aburrido del encuentro se pueden citar las dos más peligrosas, una para cada equipo. A los 67, Pittón se mandó una siesta monumental cuando tenía que despejar una pelota y la cosa terminó con Borja en inmejorable posición cabeceando directamente afuera. Diez minutos después la tuvo el Arse luego de un córner y un buen juego de cortinas que confundió a Zuculini y Pinola. Ambos fueron con el mismo rival -Gariglio- y dejaron solo a Canto, cuyo cabezazo fue rechazado en la línea por Aliendro con un Armani clavado.

No fue el único error defensivo de la visita: en tiempo de descuento y de un lateral, el palo terminó salvándola tras un remate de Lomónaco. Así las cosas, a River (22 puntos, a siete de la punta) no le debería caer tan mal el punto que se llevó de Arsenal (18) ya que protagonizó un verdadero contraste entre expectativas y realidad, como la afamada escena de la película "500 días con ella".

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