Este 18 de agosto el director polaco Roman Polanski cumple 89 años. Una figura del cine reconocida tanto por ser uno de los realizadores más vanguardistas del siglo XX como por haber permanecido prófugo de la justicia durante casi cuatro décadas, luego de haber violado a una menor de 13 años.

Su vida estuvo teñida de tragedia, con una infancia en el gueto de Cracovia, durante la invasión nazi en Polonia, y el asesinato de su esposa, la actriz Sharon Tate, a manos del Clan Manson en 1969.

Luego de haber filmado varios títulos destacados en Europa, como Repulsión (1965), dio el gran salto a la fama en Hollywood con La Danza de los Vampiros (The Fearless Vampire Killers, 1967).

En 1968, Polanski rodó en Estados Unidos una de sus películas más emblemáticas y polémicas: El Bebé de Rosemary (Rosemary 's Baby). Interpretada por Mia Farrow, el filme obtuvo numerosos reconocimientos (entre ellos, varias nominaciones al Óscar) y una gran repercusión internacional. 

Originalmente el realizador tenía en mente utilizar para el papel protagonista a Sharon Tate. Sin embargo, tras un cruce con los productores, Polanski desechó la idea.

Luego del asesinato de su esposa, tuvo un breve período de inactividad, que interrumpió con su adaptación del clásico de William Shakespeare, Macbeth (1971).

Sin embargo, luego de rodar otra de sus obra magnas, Chinatown (1974), el director se vio involucrado en un hecho que lo cambiaría todo. En 1977, a los 43 años, abusó sexualmente de Samantha Gailey (posteriormente Samantha Geimer​), de 13.

Según Gailey, Polanski la llevó a la casa de Jack Nicholson (protagonista de Chinatown, quien no estaba en la residencia en el momento del hecho) en Mulholland Drive, Los Ángeles, con el pretexto de fotografiarla para la revista Vogue. Pero una vez allí, le dio champán con Quaalude (una droga hipnótica y sedante que estaba de moda en los '70), le tomó fotos con el pecho desnudo y la llevó a un jacuzzi y al dormitorio, donde finalmente la violó.

Polanski fue acusado de abuso sexual, consumo de drogas, perversión y sodomía. Tras negociar un acuerdo con la fiscalía, casi todos los cargos fueron desestimados a cambio de que se declarara culpable de tener relaciones sexuales ilícitas con una menor.

Así, el director polaco fue condenado en primer lugar a un periodo de reclusión de 90 días en una prisión estatal hasta que se le realizara una evaluación psiquiátrica con el fin de decidir su condena final, pero le dieron un permiso de otros 90 días para terminar su proyecto cinematógrafico pendiente.

Tras ese beneficio judicial, Polanski se embarcó en un vuelo secreto rumbo a Londres. Hasta el día de hoy nunca más volvió a pisar suelo estadounidense. Incluso, tampoco cuando fue cuando fue galardonado por sus posteriores producciones cinematográficas.

Desde entonces vive entre Francia y Polonia y evita visitar países en los que probablemente sería extraditado, como el Reino Unido.

Repulsión (1965)

Carol Ledoux (Catherine Deneuve), una joven discreta y tímida, vive con su hermana Helen (Yvonne Furneaux) en un apartamento en Londres y trabaja como manicurista. Un día conoce a Colin (John Fraser), y este logra una cita con ella. Pero las cosas no van más allá, debido a la repulsión sexual que Carol sufre, acentuada por la relación amorosa de su hermana con un hombre casado, Michael (Ian Hendry), especialmente por la presencia física de él en el apartamento, por sus artículos de higiene personal en el baño y por los sonidos de pasión amorosa por las noches. Un día Michael y Helen deciden viajar a Italia por el fin de semana, y Carol, en su extrema soledad, comienza a desequilibrarse psíquicamente.

El Inquilino (Le Locataire, 1976)

Basada en la novela Le Locataire chimérique (1964), de Roland Topor, y protagonizada por el propio Polanski, narra la historia de un hombre francés cuya cordura se ve alterada por una serie de eventos extraños en el lugar donde reside: un apartamento alquilado. Cuenta con la participación de Isabelle Adjani, Melvyn Douglas, Jo Van Fleet y Shelley Winters. La película pertenece a su "trilogía del apartamento" ("Apartment Trilogy"), junto con Repulsión y El Bebé de Rosemary.

La Danza de los Vampiros (The Fearless vampire Killers, 1967)

La primera comedia de terror y en color del director, parodiando a las producciones de la Hammer Films, que estaban muy en boga en esa época. 

El profesor Abronsius (Jack MacGowran) y su ayudante Alfred (Roman Polanski) llegan en invierno a una población remota en Transilvania, motivados por los extraños sucesos que allí ocurren, que generan sólidas sospechas sobre la posible presencia de vampiros. Se alojan en la posada de Shagal (Alfie Bass), su esposa Rebeca (Jessie Robins) y su hija Sara (Sharon Tate). Pronto Alfred se enamora de Sara, pero ella desaparece y comienza a extenderse el rumor de que ha sido secuestrada por algún vampiro. Cerca del pueblo existe un castillo en el que habita un aristócrata, el conde von Krolock (Ferdy Mayne), junto a su hijo Herbert (Iain Quarrier). El profesor es un investigador del vampirismo y desea encontrarse con uno cara a cara, para poder estudiarlo. Él y su ayudante entran al castillo tras las huellas de Sara, la hija extraviada del posadero, en la búsqueda de respuestas científicas al fenómeno de los "no muertos". Respuestas que al fin encontrarán, durante un inesperado baile, que le da el título a la película.

El Bebé de Rosemary (Rosemary's Baby, 1968)

Rosemary Woodhouse (Mia Farrow) es una joven ama de casa que está casada con el actor de teatro Guy Woodhouse (John Cassavetes). La pareja se instala en un apartamento de la Casa Bramford, un antiguo edificio de apartamentos en Nueva York. El apartamento tiene una leyenda un tanto sórdida, debido a las siniestras reputaciones de algunos antiguos residentes.

Luego de quedar embarazada, Rosemary comienza a sentir que sus vecinos y su marido -quien engendró a su bebé violándola mientras dormía- no son lo que aparentan.  Las sospechas de que algo "demoníaco" está en su vientre no tarda en llegar mientras se envuelve en una espiral de locura y paranoia.

La película obtuvo el reconocimiento casi universal de crítica y público y recibó numerosas nominaciones y premios. Entre ellos, un Óscar a la mejor actriz de reparto (Ruth Gordon), una candidatura de Polanski en la categoría de Mejor guion adaptado.

Chinatown (1974)

Los Ángeles, años 30. El detective privado Jake Gittes (Jack Nicholson) recibe la visita de una mujer, Hollis Mulwray (Darrel Zwerling), que dice ser la esposa del ingeniero de la compañía de agua de la ciudad y que cree que le está siendo infiel. Poco después, la verdadera esposa de Mulwray, Evelyn (Faye Dunaway), se presenta también en la oficina del detective, después de que Gittes hiciera  el ridículo por haber sido ingenuamente engañado por la primera mujer, que luego se hace llamar Ida Sessions (Diane Ladd). 

Cuando Mulwray es asesinado, Gittes es contratado, dos veces, por dos diferentes clientes, para investigar el caso. Y es entonces cuando empieza a descubrir que detrás de todo, como cabe esperar, está un enorme negocio inmobiliario.