Casi 12 mil habitantes de Berlín, en Alemania, tuvieron que ser evacuados luego de que se hallara en la ciudad una bomba de la Segunda Guerra Mundial que no había sido activada.

El artefacto explosivo fue encontrado en el barrio de Friedrichshain, en el medio de una obra edilicia. Ante este panorama, se estableció una zona de exclusión de al menos unos 500 metros. 

Rápidamente, las autoridades se movilizaron para desactivar la bomba y evitar riesgos, pero en un primer momento tuvieron que ordenar a la población que abandone la zona.

"Podría haber hasta 12.000 personas en la zona de exclusión y llevará tiempo", detalló una portavoz policial. Finalmente, los evacuados tuvieron la posibilidad de trasladarse hasta el Mercedes-Benz Arena, habilitado como refugio provisional.

En 2021, una bomba había dejado 3 heridos en Múnich

El 1º de diciembre del año pasado, en Múnich, una bomba de la Segunda Guerra Mundial explotó en las obras de las vías del ferrocarril local, en un episodio que dejó tres personas heridas.

Tras la sorpresiva explosión, el tráfico ferroviario fue interrumpido y las fuerzas de seguridad acordonaron la zona. La detonación fue escuchada a varios kilómetros de distancia,

El ministro del Interior alemán, Joachim Hermann, declaró en su momento que la causa de la detonación fue una bomba de la Segunda Guerra Mundial de 250 kilos que se hallaba enterrada y fue alcanzada en el curso de unas prospecciones.

En el Reino Unido también se encontró un explosivo

En 2020, una madre y una hija sobrevivieron a una granada de la época de la SGM II que se activó en su propia casa de la ciudad de Dent, en Inglaterra.

La familia encontró el objeto durante un paseo en una playa y pensó que había hallado un fósil o un hueso, por lo que decidieron llevárselo.

Jodie Crews, de 38 años, publicó las fotografías en sitios de arqueología para saber de qué se trataba, pero ninguna de las respuestas había sugerido que se trataba de un elemento explosivo.

Finalmente, la mujer contó que el artefacto se prendió repentinamente en el comedor de su casa. 

"Se convirtió en una bola de fuego. Mi hija gritó y salió corriendo por la puerta trasera. Agarré la granada y corrí con los brazos extendidos hacia la cocina, donde la arrojé a la bacha", reportó Crews a The Daily Mail.

Y cerró: "Luego corrí escaleras arriba para agarrar una toalla y apagarla. La adrenalina debe haber entrado en acción y tomado el control".

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