Anoche, minutos después de que la Policía de la Ciudad reprimiera a manifestantes que apoyaban a Cristina Kirchner, el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta salió a atizar las agresiones con un mensaje de campaña. En lugar de calmar los ánimos, acusó a la vicepresidenta de “engendrar violencia” y, sin que nadie se lo pregunte, defendió al fiscal Diego Luciani: dijo que las pruebas presentadas por él son “realmente contundentes”.

La declaración de Larreta, cada vez más abocado a su candidatura presidencial para 2023, fue publicada en sus redes sociales en respuesta a los tuits de CFK en los que acusó a la policía porteña de reprimir selectivamente a quienes la apoyaba y no a los que la denostaban. “La policía de Rodríguez Larreta se suma a la agresión contra mi persona”, dijo.

En efecto, quien minutos después se sumó a la agresión contra la ex mandataria fue el propio jefe de gobierno. “Señora vicepresidenta: no engendre más violencia. Contribuya a mantener la paz social”, fue el título del comunicado con el que el candidato PRO intentó revertir la carga de las responsabilidades.

Luego, lejos de repudiar la represión, justificó el accionar policial y dejó claro que esa fuerza de seguridad mantendrá la misma actitud que él describió como la de “cuidar a los vecinos de la Ciudad” y “evitar enfrentamientos entre los argentinos”.

Pero el eje de la respuesta de Larreta fue ponerle un marco político a lo que ocurrió. Es decir, confirmar que lo ocurrido desde la mañana de ayer no fue un acontecimiento meramente judicial sino particularmente político.

“Hemos visto cómo avanza el proceso judicial por la obra pública en el gobierno kirchnerista. Las pruebas presentadas por el fiscal son realmente contundentes”, afirmó en clara defensa al jugador del Liverpool, el equipo que disputó partidos en la quinta de Mauricio Macri cuando este era presidente.

“A su tiempo, los jueces determinarán las responsabilidades e impondrán, si corresponden, las condenas”, añadió en defensa del tribunal presidido por Rodrigo Gimenez Uriburu, jugador del mismo equipo en el que se desempeña el fiscal.

A pesar de que las evidencias demuestran la relación estrecha entre el juez y el fiscal que disputan partidos en la cancha de Macri, Larreta sostuvo que el país vive “un momento bisagra” en el que “tenemos que defender a la Justicia independiente la división de poderes”.

Luego le dedicó un párrafo a Alberto Fernández. Le pidió al gobierno nacional “comprometerse” para que “en la Argentina prevalezcan la paz y el orden social”.

Y como para dejar en evidencia que su declaración fue una respuesta de campaña más que una expresión institucional, cerró con el ya clásico slogan macrista: “La Argentina va a salir adelante. Se puede”.