Familias, gremios docentes y estudiantes de más de veinte escuelas de la Ciudad de Buenos Aires realizaron este jueves un abrazo simbólico a la Escuela N°12 Ramón Castilla, del barrio de Colegiales, en rechazo a la decisión del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) de transformar esas y otras escuelas primarias de jornada simple a jornada completa. Aseguran que la decisión fue "intempestiva e inconsulta" y que se tomó sin la inversión necesaria en infraestructura, por lo que los edificios no están en condiciones de sostener la doble escolaridad. Las familias presentarán un amparo para intentar frenar la medida que, según advierten, modificará las rutinas de los chicos y chicas sin garantizar "las trayectorias y el acompañamiento de los docentes". 

El abrazo comenzó pasadas las 12.30 del mediodía de este jueves a las puertas del colegio ubicado en el barrio de Colegiales, uno de los que el Ministerio de Educación planea pasar a jornada completa en un proceso que iniciará en septiembre y finalizará el año que viene. Son más de treinta las primarias que pasarían a esa modalidad, en principio con talleres a contraturno hasta que la "doble escolaridad" quede fija en 2023, según indicaron desde la cartera educativa. La medida, aseguran, responde a la resolución del Consejo Federal de Educación que instó a todas las jurisdicciones a impulsar la transformación hacia la jornada extendida. Esa resolución, sin embargo, propone llegar a las 25 horas semanales, es decir cinco horas diarias, y no necesariamente a la jornada completa. 

"Avisaron de forma intempestiva e inconsulta hace dos semanas. Desde entonces las familias de los colegios nos fuimos agrupando y hoy estamos organizados en 22 colegios que rechazan la medida. Lo que se nos notificó fue que empezarán a pasar a jornada completa entre septiembre y octubre", contó a Página 12 Nilda Bellene, madre de un niño que asiste al Castilla. En el caso de esa escuela, la medida iba a comenzar a implementarse en las próximas semanas. Sin embargo, ante el rechazo de las familias, el lunes la dirección comunicó que la modificación queda suspendida por lo que resta de este año. 

"Notificaron que se suspendía porque no están dadas las condiciones de infraestructura", comentó Bellene. El abrazo simbólico al Castilla, que ya estaba programado, se realizó igualmente este jueves en apoyo al resto de los colegios en los que la medida sigue en pie. "Hay varios motivos por los que las familias rechazamos esto. En primer lugar porque los proyectos educativos y la infraestructura de las escuelas no están preparados para la jornada completa. En nuestro caso, por ejemplo, las aulas son para quince chicos y al juntar los dos turnos serían realmente insuficientes y habría superpoblación. Además los baños son pequeños y no hay comedor para todos los chicos", señaló la madre. 

En un comunicado, la organización Familias por la Educación Pública advirtió que "plantear la necesaria ampliación de la cantidad de escuelas con jornada completa implica discutir cuántas nuevas escuelas se van a construir para que se garantice que no haya hacinamiento" y agregó que "implica también discutir cómo se va a garantizar la adecuada alimentación escolar, adecuada en calidad, en cantidad y en extensión del servicio".

Pero el rechazo a la medida del Ministerio de Educación porteño no es solo por cuestiones de infraestructura. También las familias alegan que la decisión transformará las rutinas de los chicos y chicas y los proyectos familiares. "Hay familias que han elegido como proyecto de vida tener a los hijos escolarizados media jornada y la otra media la utilizan para actividades deportivas o culturales, por ejemplo. Esos proyectos serían interrumpidos", afirmó Bellene.

A la escuela Castilla, que cuenta con aproximadamente 500 alumnos y alumnas, asisten muchos chicos y chicas con alguna discapacidad que requieren de acompañantes terapéuticos. Bellene indicó en este sentido que "nuestra escuela es pequeña e inclusiva, tiene entre el 10 y 15 por ciento de chicos diagnosticados con algún tema que requiere educación especial. Para esa población pasar a una doble jornada es excluirlos, porque muchos chicos no podrían soportarlo". Desde Familias por la Educación Pública manifestaron que la decisión "requiere que se explique cómo se va a garantizar la cantidad de docentes adecuados para, por ejemplo, acompañar a chicos y chicas con trayectos especiales, y cómo se va a garantizar que no se expulse a chicos y chicas con padecimientos subjetivos".

Del abrazo de este jueves también participaron representantes de los gremios docentes. "Estamos reclamando con la preocupación de qué pasa con los niños y niñas en esta nueva modalidad, con una decisión inconsulta que no fue hablada ni con los docentes ni con las familias. La comunidad educativa reclama ser escuchada en las escuelas en las que está pasando esto", dijo en el lugar Natalia Militi, secretaria de nivel primario de UTE-Ctera. 

La Defensoría del Pueblo, a través de su Coordinación Operativa de Educación, presentó un pedido de informes a la cartera educativa porteña sobre el cambio intempestivo de modalidad. "La medida, dispuesta promediando el presente ciclo lectivo, afecta las dinámicas de organización de muchas familias, así como también las rutinas, actividades, tratamientos médico-asistenciales, entre otros", señalaron desde la Defensoría. Las familias, en tanto, adelantaron que presentarán una acción de amparo para intentar frenar la medida, con el apoyo del Observatorio del Derecho a la Ciudad y la APDH de la Ciudad.