“Entre corridas y órdenes de la Policía, entre todo ese torbellino, vi esa escena justo enfrente a la casa de Cristina: un contraste absoluto de fuerzas, ella era el Eros y Tánatos, la Policía”. Con esas palabras, el fotógrafo Sebastián Miquel describió una de las instantáneas que sacó el sábado pasado, cuando los agentes de la Policía de la Ciudad decidieron reprimir contra militantes y dirigentes peronistas que se acercaron al barrio de Recoleta para brindar su apoyo a Cristina Kirchner. La foto, icónica, circuló por redes sociales, como un modo de denuncia ante la brutalidad de los efectivos de seguridad. Pero no quedó ahí: este lunes, cuando los organismos de Derechos Humanos se acercaron al Senado para una reunión con la vicepresidenta, la agrupación H.I.J.O.S. decidió regalarle un portarretrato con aquella imagen a la expresidenta y ella no dudó en dar su opinión. “Gracias Sebastián. La Verdad…un fotón”, comentó.

Miquel fue uno de los tantos reporteros gráficos que se apersonó en el cruce de las calles Juncal y Uruguay. En la madrugada del sábado, la orden del Gobierno porteño había sido sitiar el barrio para impedir que se inicie otra vigilia frente al departamento de la dirigente del Frente de Todos. Lo que ocurrió después es historia conocida: una multitud decidió suspender los actos previstos en decenas de plazas y se acercó a Recoleta, la Policía porteña intentó cortar el paso de la caravana peronista, con gases pimienta, bastonazos y corridas, y ante la tozudez y valentía de los cientos de militantes, debieron retirar las vallas y CFK quedó frente a frente con sus seguidores. 

"La cobertura fue bastante compleja. Estaba junto con otros colegas, como Leandro Teysseire --fotógrafo de Página/12-- y Pepe Mateos. Y la situación se tensó aún más cuando la Policía porteña sacó las vallas y empezaron las corridas", comenta Miquel a Página/12. Fue en ese momento cuando Carmen, una histórica militante de Villa Fiorito, se quedó firme frente a la caravana de agentes armados que dispuso el operativo del Ejecutivo porteño. "En el medio del caos estaba ahí, ella, solita. Era una estaca, no se movía", añade el fotógrafo que retrató a Milagro Sala y la organización social Túpac Amaru para la muestra Abya Yala, Hijos de la Tierra. "Seguramente Carmen va a estar contenta de que Cristina tiene ahora una foto suya", comentó el reportero gráfico.

Gentileza: Sebastián Miquel

"Carmen es una referenta imprescindible de Lomas. Hace ya 12 años que junto a otras compañeras sostienen la cooperativa “Madres de Fiorito”, haciendo meriendas y comidas para que ningún pibe pase hambre", destaca Daniela Vilar, ministra de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires, en su cuenta de Instagram, sobre la mujer de la foto.

 "Siempre que hizo falta, también durante el macrismo y la pandemia, sostuvieron ese espacio fundamental para el barrio. Bancaron las ollas, la organización popular y la militancia política", añadió en su posteo.

El fotógrafo, fotografiado

Miquel fue otro de los tantos individuos que fueron filmados por la propia Policía de la Ciudad, que desde balcones y terrazas linderas a la casa de Cristina Kirchner, buscaron identificar a los militantes y dirigentes que se acercaron a Recoleta.

 "Mientras estaba enfocando esta foto, el policía que estaba filmando me estaba haciendo un primer plano. Así que si alguna vez revelan lo que filmaron, por lo menos voy a ver cómo saqué la foto”, añadió Miquel, entre risas.

El portaretrato que llegó al Senado


"Fue por iniciativa de H.I.J.O.S que la foto llegó al Senado. Ellos se reunían con Cristina Kirchner, y le quisieron regalar esa imagen". El llamado de la organización de derechos humanos llegó al celular de Miquel ya entrado el domingo y, en muy poco tiempo, el reportero gráfico fue con un colega suyo a imprimir la instantánea y enmarcar en un portarretrato con una breve dedicatoria para la vicepresidenta.

"La foto intenta reflejar la brutalidad policial frente al momento tan personal y terrorífico que vive Cristina", añadió Miquel, quien explica que el cuadro es apenas una demostración de afecto de las miles que recibe diariamente la vicepresidenta, ante el pedido de condena que ordenó el fiscal Diego Luciani. "Pero la felicidad que puedo tener porque la vicepresidenta tenga una foto mía contrasta con este momento preocupante que significa un intento de proscripción", dice Miquel, quien agrega que no tiene otra impresión de la imagen que ahora quedó en el Senado. 

"Pero ya voy a imprimir una para mi", completó.