Este miércoles comienza el juicio con jurados populares contra 13 policias, por el homicidio de Valentino Blas Correas, un joven de 17 años, baleado cuando el vehículo en que viajaba con unos amigos eludió un control policial. El hecho ocurrió en la madrugada del 6 de agosto de 2020 en la ciudad de Córdoba.

La apertura de la audiencia pública está prevista para las 9, en la sede de tribunales de la capital cordobesa, y estará a cargo del tribunal técnico de la Cámara 8ª del Crimen y se realizará ante un jurado popular.

La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación tendrá participación como amicus curiae, en tanto que Amnistía Internacional solicitó ser admitida como observador del juicio.

Los suboficiales Lucas Gómez y Javier Alarcón llegan al juicio como 'coautores de homicidio calificado por haber sido cometido en abuso de su función y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego, homicidio calificado por abuso de su función en grado de tentativa reiterado -cuatro hechos- y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego en grado de tentativa reiterado -cuatro hechos".

Otros 11 policías están acusados de falso testimonio, encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la calidad funcional y omisión de deberes de funcionario público'. Tres médicos además serán juzgados por no haber aceptado atender al adolescente.

De acuerdo a los datos de la instrucción de la causa, Valentino circulaba por avenida Vélez Sarsfield y Romagosa, del barrio Colinas, con cuatro compañeros de colegio en un automóvil. Al pasar por un control policial, los efectivos hicieron señas al conductor para que descienda la velocidad, aunque al acercarse al puesto de seguridad aceleró la marcha.

En su testimonio, Juan Cruz Echeverría(20), que conducía el automóvil, dijo que se asustó porque cuando estaba por detenerse observó que uno de los policías empuñaba un arma y le apuntó a la cabeza.

Mientras los efectivos notificaban a los comandos y móviles sobre la evasión, el cabo 1° Lucas Gómez (37) efectuó cuatro disparos con su arma reglamentaria contra el auto en el que se movilizaban los jóvenes "con intención de matarlos", según describió la acusación en el pedido de elevación a juicio.

Por su parte, el cabo 1° Javier Alarcón (33), que también se encontraba en el puesto de control, "en acuerdo tácito (con Gómez) y aportando al plan común de dar muerte a los ocupantes del vehículo", efectuó dos disparos sobre el vehículo en marcha "a sabiendas que no había justificación legal para ello".

Posteriormente, y con el objetivo de simular un enfrentamiento con un grupo armado, los policías 'plantaron' un arma en las cercanías donde luego fue interceptado el auto con los chicos, en la intersección de Chacabuco y Corrientes, donde Blas ya había muerto.