El alza en los precios se sintió fuerte en uno de los principales distritos del país, la Capital Federal. Según el último informe difundido por la Dirección General de Estadística y Censos Porteña, una familia de cuatro miembros que habita en la ciudad de Buenos Aires necesitó en agosto percibir ingresos de por lo menos 65.737,86 pesos para no ser considerada en situación de indigencia, 121.158,83 pesos para no quedar comprendida en la pobreza y 186.136,29 pesos para ser considerada de clase media. 

Vale aclarar otro dato que es central, que es que todas esas canastas y aumentos no incluyen el dinero que una familia debería destinar para pagar un alquiler de vivienda. Tampoco incluyen el abono de expensas, dado que ambos items no son considerados gastos vinculados al consumo. 

De esa forma, los gastos de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marcan el límite de la indigencia, tuvieron el mes pasado un aumento del 7,33 por ciento, que llegó al 84,14 por ciento en el acumulado de los últimos doce meses, superando las marcas de junio que habían sido de 7,22 por ciento y 73,30 por ciento, respectivamente.

En el caso de la Canasta Básica Total (CBT), que establece el tope de la pobreza, el incremento mensual fue de 7,44 por ciento (contra 7,92 por ciento de julio) y el interanual del 78,75 por ciento (69,45 por ciento en el mes anterior), mientras que la Canasta Total (CT), que en diferentes proporciones delimita al sector medio frágil, la clase media y los sectores acomodados, subió 7,02 por ciento en el mes (inferior al 8,12 por ciento de julio) y 77,33 por ciento en relación con agosto del año pasado (69,24 por ciento en la medición previa).

La evolución de las canastas en agosto reflejó una paridad en el incremento de los alimentos y los gastos en servicios y tarifas, que no forman parte de los gastos de indigencia, razón por la que los porcentajes tuvieron un incremento porcentual con diferencias mínimas.

La situación es diferente en la comparación interanual, si se tiene en cuenta que los aumentos de la CBA son entre seis y siete puntos porcentuales mayores a los de las canastas que miden la pobreza y la clase media.

Se viene el indicador nacional


El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dará a conocer su medición de las canastas básicas el próximo miércoles 21 de septiembre. Esa medición cobrará una importancia adicional, debido a que en los criterios de segmentación de los subsidios a las tarifas de servicios públicos se excluye del beneficio a los usuarios con ingresos superiores a 3,5 veces la CBT.

De esta manera, si se tomara como referencia la medición de la Dirección de Estadística porteña, ese nivel pasaría a ubicarse en 424.055,90 pesos mensuales.

A diferencia del Indec, que reconoce solamente las categorías de pobres e indigentes, su homólogo de CABA dispone de seis estratos sociales en su clasificación. En agosto, los recursos necesarios para estar comprendidos en cada categoría fueron los siguientes: en situación de indigencia, hasta 65,737,85 pesos; de pobreza no indigente, de 65.737,86 pesos hasta 121.158,82 pesos; y no pobres vulnerables, de 121.158,83 hasta 148.909,02 pesos.

En el caso del sector medio frágil, de 148.909,03 por ciento hasta 186.136,38 por ciento; clase media, de 186.136,29 por ciento hasta 595.636,11 por ciento; y sectores acomodados, 595.636,12 pesos o más.

El detalle de que estos números sean de mucho impacto sin considerarse incluídos otros gastos también muy relevantes es un concepto central. Sobre todo referido a lo que los consumidores invierten, por caso, en el pago del alquiler, tema que en la Capital Federal es clave. Además, los alquileres ya subieron 93 por ciento en lo que va del año, en un distrito en el que más de un tercio de la población no tiene casa propia y está obligada a pagar valores récord hasta por un departamento dos ambientes.