El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, llamó al actual jefe de Estado, Guillermo Lasso, a presentar pruebas de su supuesta alianza con los grupos indígenas que encabezaron las masivas protestas de junio y lo tachó de "mentiroso compulsivo". Correa respondió así a las acusaciones que Lasso vertió contra él en una entrevista en la que aseguró que el exmandatario es "un personaje antidemocrático y corrupto" cuyo único objetivo es "la impunidad de él y sus compinches".

"Lasso está desesperado y alienado"

"Supongo que primero habrá presentado alguna prueba porque puede decir cualquier disparate", respondió Correa al ser consultado por esas declaraciones, que achacó a que "Lasso está desesperado, está alienado, su gobierno está destruido". El líder de izquierda arremetió contra "la falta de honestidad de Lasso al repetir que somos delincuentes, prófugos, que buscamos una impunidad con los indígenas".

Correa, a quien Bélgica le otorgó asilo político, rechazó cualquier relación con Leonidas Iza, el líder de la mayor organización indígena de Ecuador y principal promotor de las protestas de junio pasado. "Ni siquiera lo conozco, en mi vida he hablado con él pero así son las mentiras", remarcó Correa, quien vio en las afirmaciones de Lasso un signo de desesperación y un "mecanismo de defensa porque todos saben que el corrupto es él". 

Una acusación que Correa fundamentó en las pruebas contenidas en los llamados Pandora Papers, al recordar que "uno de los tres presidentes latinoamericanos involucrados se llama Guillermo Lasso". En su opinión, las movilizaciones encabezadas por la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) dejaron al gobierno "destrozado".

Pero el exmandatario dejó en claro su falta de respaldo a las protestas violentas. "Yo no estoy totalmente de acuerdo con esas movilizaciones (...) Seis muertos por una reducción de 15 centavos de gasolina. ¿Eso es perder la perspectiva, no?", señaló Correa, para quien "debemos ser coherentes si somos democráticos".

Las acusaciones de Lasso

Entrevistado por la agencia Efe horas antes de que empiece el periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, Lasso había dicho que la supuesta alianza de su antecesor Correa con el colectivo indígena se explica únicamente porque el exgobernante "utiliza su imagen con un único objetivo: lograr la impunidad para él y sus compinches". El presidente ecuatoriano definió a Correa como "un ciudadano sentenciado por corrupción que no vive en Ecuador porque tiene miedo de ir a la cárcel", y una persona que durante su gobierno "tuvo al sector indígena maltratado y vilipendiado".

Desde el equipo legal de Correa señalaron que las declaraciones de Lasso son una nueva muestra de lawfare. "Rafael Correa no busca impunidad sino justicia, el respeto del debido proceso, lo que ha encontrado por parte de Bélgica, país neutral que reconoció su estatus de refugiado político en abril", remarcaron desde el despacho de abogados belga Ius Cogens. "Queremos denunciar estas nuevas acusaciones hechas por un jefe de Estado en lo que es una maniobra de distracción para evitar hablar de sus fracasos en materia de pobreza, empleo, delincuencia o crisis carcelaria", agregaron.

Correa fue condenado a ocho años de cárcel en Ecuador por cohecho en el caso "Sobornos 2012-2016", una trama de corrupción en la que se habrían recibido aportes indebidos en el palacio presidencial para la financiación irregular del movimiento oficialista Alianza País, a cambio de la adjudicación de contratos millonarios del Estado a diversas empresas, entre ellas la constructora brasileña Odebrecht. 

Desde el 15 de abril de 2022, Correa se encuentra en estado de refugiado político en Bélgica, condición reconocida por los 141 estados firmantes de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951. Para la defensa del expresidente, ese hecho demuestra que es una víctima del lawfare.