"Sábato decía que los seres humanos generalmente estamos solos en casi todos los momentos de nuestras vidas. Somos islas y es muy difícil comunicarse. Cada tanto, entre estas islas, se forman algunos puentes que son el amor y el conocimiento. Y la radio es un intento de que esos puentes lleguen todavía más lejos: allí, donde ni siquiera soñamos. La frase de Alejandro Dolina, Martín Fierro de Oro 2020, sirve como perfecto marco a la noche de celebración de AM 750, una radio que desde hace ya doce años porfía en su espíritu de tender puentes, de encontrar vínculos con oyentes que no se sentían representados por la oferta del éter.

Ese amor, ese conocimiento y el profesionalismo del equipo que desde 2010 le da vida a la 750 explotó en la noche del sábado, cuando la entrega de los galardones de la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentina dio como resultado una cosecha de diez estatuillas, repartidas en la producción de los últimos tres años, con la frutilla del Fierro de Oro para una de las figuras indiscutidas de la radiofonía argentina. Un clásico, más allá de la modestia expresada en sus agradecimientos: "Yo estudio más ahora que cuando iba a la universidad, a la facultad de Derecho. Soy mejor estudiante ahora”, decía cuando la ceremonia aún estaba en curso. O cosas como "Me han dicho que esta política de muchos premios se va a extender, porque el premio distrae a las personas de sus tristezas. Así que van a multiplicarse estos premios… serán dados a nivel nacional, provincial, municipal, en los pueblos, en los barrios, en las casas y en las personas. La idea es que no quede nadie, por mamerto que fuere, sin su correspondiente premio. Y por eso nos han premiado a nosotros”.

En el encuentro realizado en el Golden Center de Parque Norte, AM 750 obtuvo dos estatuillas por la temporada 2019, tres por 2020 y cinco por 2021. Algunos de los nombres premiados son clásicos propios de la radio, trabajadores de largo historial en la emisora como César Litvin ("Periodístico semanal" 2019 por El gato escaldado), Sergio "Negro" Altieri ("Labor periodística deportiva" 2019), Pancho Muñoz ("Periodístico matutino de primera mañana" 2020 por Las tapas de Pancho) o Alan Longy, premiado como "Movilero" 2021 pero que tiene un largo historial dentro de la radio en ese difícil rubro de la producción, los que corren sin bajar nunca los brazos del otro lado del vidrio del estudio. “Este es el teléfono con el cual salgo al aire todas la tardes en AM 750", dijo Longy a la hora de los agradecimientos. "Por acá pasaron ministros, diputados, senadores, pero también mucha gente que padece, que la pasa mal… enfermeros que no cobran sus sueldos, discapacitados que están reclamando que el ajuste no caiga sobre ellos. Para todos ellos, que salen a la calle todos los días a reclamar por lo que les pertenece, es este premio”.

Otros han llegado en los últimos años, pero visten con orgullo la camiseta identitaria de la 750. Cynthia García, quien debió soportar estigmatizaciones y silenciamientos desde el advenimiento del macrismo, encontró en la radio un hogar ideal, sintetizado por esa frase que resume el espíritu general: "Objetivos, pero no imparciales". Por ello, la triple distinción obtenida por La García suena a reivindicación, a un gesto de reconocimiento a quien se topó con demasiados micrófonos cerrados. Sus palabras fueron, también, una síntesis de quien no se conforma, y plantea más desafíos:  “Soy una mujer haciendo radio, con nombre propio y apellido de muchas. Faltan mujeres en la radio. Somos pocas, unas doce del colectivo femenino”, señaló, e hizo directa alusión al intento de asesinato sufrido por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner: “Hoy hace exactamente un mes del hecho más grave a la democracia. Este país no es el mismo. ¿Cómo se repara la humanidad rota? Con mas humanidad. Con ética y estética. Con un profundo amor por la libertad. Nosotros, como Rodolfo Walsh, creímos al instante en la fusilada que vive", señaló.

Cynthia Garcìa festejò por triplicado.

Por supuesto, cómo no celebrar la tripleta de gauchos a Dolina, quien no solo desembarcó en la 750 cuatro años atrás con su clásico La venganza será terrible, sino también con la sana costumbre de convocar al público en la sala Caras y Caretas. "La 750 tiene una cierta vulnerabilidad en un país que nos hace a todos bastante vulnerables, y en un medio como el radial al que le cuesta sobrevivir. Nosotros hemos cambiado mucho de emisora, pero no por una situación volcánica de nuestro programa, sino por la inestabilidad de las emisoras argentinas que se venden, se compran, colapsan y cambian de dirección”. La fidelidad del público al conductor y escritor, desde aquellos lejanos tiempos de Demasiado tarde para lágrimas, encontró en la 750 un hogar natural, un espacio que se multiplica en sus visitas a distintos puntos del país para acercar la experiencia radial en vivo a públicos diferentes.

Más allá de las figuras, otra de las estatuillas significativas tuvo que ver con la esencia de la radio: no es menor que se haya distinguido al Servicio Informativo de AM 750, que desde hace años viene trabajando contra la corriente de un panorama colonizado por medios que hacen de la diseminación de noticias falsas, el uso malintencionado de la información y la omisión de datos clave una costumbre que nada tiene que ver con el criterio periodístico. En sus boletines a cada hora, en sus informes especiales, en sus coberturas de hechos relevantes y a menudo al calor del momento, el equipo periodístico de la 750 viene sosteniendo una labor sólida, guiada por el mismo principio de no "fingir imparcialidades" pero tener muy claro el periodismo como horizonte. Y, como dijo su responsable Agustín Gulman, sostener la tarea en un espíritu de equipo: "La radio es un hecho colectivo", dijo. "La hacemos locutores y periodistas con mucho profesionalismo, con mucha pasión y mucha entrega. Quiero agradecer a las familias de mis compañeros, que nos bancan levantándonos muy temprano y acostándonos muy tarde."

Ese "¡Viva la radio!" que lanzó Gulman, las sonrisas instaladas en el equipo de la 750 cuando la noche empezaba a irse, fueron al cabo un perfecto moño para una noche de emociones fuertes, de festejo para una radio joven pero con firmeza de veterana: un equipo que instalará con amor los premios en la estantería, sabiendo que también son solo un incentivo a seguir creciendo, un indicador de que la tarea continúa. Día a día, en el aire.