La tríada Luca-Radano-Vila empezó hace más de treinta años con dos duplas: el músico Diego Vila y el director, escenógrafo y vestuarista Fabián Luca trabajaban con Alejandra Radano por separado. En algún momento los tres se juntaron y advirtieron que compartían ciertos intereses, una misma opinión sobre el teatro musical. En la historia de este team hay numerosos espectáculos entre los que se destacan Delirio Gaucho. Canciones del Interior, La Inhumana o Tres Dramas para Orquesta. Ahora presentan La Pathétique, que va jueves y viernes a las 20 en El Cultural San Martín (Sarmiento 1551).

“Lo que nos une es una manera de abordar lo musical desde el teatro: no es ni mejor ni peor pero sí muy diferente a lo que suele hacerse en la comedia musical argentina, defendemos un espacio poco visitado y traemos compositores de afuera. Nos une esa inquietud y esa visión, incluso algo que va más allá de lo musical. Diego, Alejandra y yo somos ávidos lectores, estamos muy preocupados por la filosofía, nos interesan las artes visuales, la moda, la arquitectura. Creo que eso nos aglutina de una manera muy interesante y nos retroalimenta todo el tiempo”, dice Fabián Luca, director de la puesta.

“Yo siempre tengo la fantasía de que todas esas inquietudes de alguna manera están atrás de lo que uno ve en el escenario, de todas las palabras y todas las canciones –agrega Radano–. Uno es como una especie de entidad que se para en un lugar y da una conferencia. Siento que La Pathétique está mucho más cerca de una conferencia que de una obra de teatro. Estamos viviendo un momento en el que ese tipo de discursos adquirió más protagonismo que en otras épocas. Los discursos políticos hoy quizás tienen más protagonismo que un programa de televisión, hay algo muy teatral ahí”.

La política abreva en las herramientas propias del espectáculo todo el tiempo y eso queda muy claro en esta obra. Vila suele decir algo en lo que coinciden los tres. Frente a la pregunta por futuros proyectos, siempre responde: “Vamos a hablar de lo mismo que hablamos siempre”. Esas obsesiones configuran un estilo, una constelación en la que aparecen la dualidad entre realidad y ficción, la manipulación, la figura del doble, cierta concepción sobre el tiempo. Esos tópicos se mantienen; lo que cambia es el punto de vista.

-El espectáculo explora el vínculo entre teatro y política en la era de las fake news. ¿Cuáles son las similitudes y diferencias?

Fabián Luca: -Las diferencias tienen que ver con el resultado. En el teatro uno manipula todo el tiempo pero con un objetivo un poco más loable o menos cínico que el de la política. Cuando vamos a ver una obra creemos que Romeo y Julieta están enamorados, que se matan. Todos manipulamos de alguna manera. Difiere el objetivo final, pero después las herramientas son las mismas. Nosotros tenemos muy claro cómo manipular a la gente, cómo hacerlos llorar o reír, es un poder que se ejerce sobre el espectador. En buena medida es algo favorable porque, como dice Alejandra, a nosotros nos gusta distraer a la gente, que pasen un buen rato.

-Traducen las canciones de todos sus espectáculos, un repertorio de compositores no tan visitados. ¿Cómo es ese proceso?

Alejandra Radano: -En el teatro musical tuve la oportunidad de trabajar con mucha gente que traduce y puedo tener una opinión. Es muy difícil hacer eso porque implica un ejercicio de olvido de uno mismo, la canción tiene que estar por delante. Fabián lo hace de manera magistral porque contempla todo eso. No sólo se trata de traducir sino de adaptar, darle vida al material en este idioma porque el español y el alemán son dos culturas distintas que, de algún modo, conversan. Traducir no es sólo traducir una canción, es traducir un objeto. Los recursos pueden ser muchos y se convierten en una representación, en una traducción, en una falda, en una elección de color de pelo.

-La Pathétique gira en torno a la cuestión de la manipulación. ¿Cómo piensan al público en ese sentido?

F.L.: -No pensamos en el público a priori. Primero pensamos en lo que nos preocupa decir con el espectáculo, es una suerte de sesión espiritista que nos permite habitar ese lugar recurriendo a voces de otros que dicen cosas con las que uno concuerda. Por otro lado, yo estoy en todas las funciones y estamos muy pendientes de lo que sucede, no para agradar ni para defender la belleza sino para ver cuestiones rítmicas, qué funciona, qué fue entendido y qué no.

A.R.: -En algunos espectáculos hay una mayor interacción. Acá no. Es como si fuera algo más cercano a la pintura. Lo que hacés frente a una pintura es contemplar, reflexionar. En este caso la descarga eléctrica se produce al final con los aplausos. Yo siempre tengo la fantasía de que no haya aplausos, sólo un saludo.

El repertorio de La Pathétique incluye varias canciones del alemán Georg Kreisler, un poema de Jacques Prévert, fragmentos de la célebre sonata de Ludwig Van Beethoven, pero también Radiohead, Neil Hannon, David Bowie, Catherine Ringer y algunas composiciones del propio Vila. “Trabajamos hace tantos años juntos que tenemos varias cosas en el tintero. Hay compositores que nos interesan, que traducimos y que visitamos hace tiempo. Eso nos da cierta autoridad para entender todo el universo de esa persona, no sólo una canción sino lo que fue diciendo a lo largo de su vida”, explica Luca.

El director define esta puesta como “un espectáculo de capas” y Radano emparenta el ejercicio de edición que llevan a cabo en sus obras a un acto mediúmnico. Cuando se les consulta por el cruce de lenguajes –la música de Vila, las gráficas o los videos creados por Ignacio Masllorens especialmente para la pieza– la actriz cuenta: “Eso está asociado al encuentro con los colegas. Yo participé de un desfile de Pablo Ramírez –Magia negra– donde Masllorens había realizado un corto, después hice Fanny camina con Alfredo Arias y él, pero como equipo teníamos ganas de trabajar con Ignacio. Y Fabián descubrió al animador Gastón Viñas, quien se ocupó del video de Radiohead. Todo se fue armando como un collage al estilo Burroughs, a quien le gustaba mucho esto del copiar y pegar. En algún punto todos nos nutrimos de todos, siempre trabajamos con esa edición tipo collage un poco esquizofrénica”.

* La Pathétique puede verse jueves y viernes a las 20 en la Sala A de El Cultural San Martín (Sarmiento 1551). Las entradas se adquieren por Tu Entrada