En una derrota para Estados Unidos, el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU rechazó abrir un debate sobre la situación de la minoría uigur en China, luego de que que el proyecto auspiciado por Washington recibiera más rechazos que aprobaciones y 11 abstenciones, entre ellas la de la Argentina. El proyecto de decisión ocurre luego de la publicación el 31 de agosto de un informe del alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos sobre Xinjiang, que menciona posibles crímenes contra la humanidad y pruebas de torturas y violencia sexual. China desestimó con vehemencia las acusaciones y acusó a la ONU de convertirse en "el esbirro y el cómplice de Estados Unidos y de Occidente".

¿Cómo fue la votación?

Un grupo de países occidentales liderados por Estados Unidos y Noruega presentó al CDH el proyecto de resolución que pretendía que en la próxima sesión de este órgano, que se celebrará entre febrero y marzo de 2023, hubiese una discusión sobre las conclusiones de un informe que denuncia graves violaciones contra los uigures perpetradas por Beijing. 

Sin embargo, China mostró más poder de influencia que Washington y consiguió bloquear la propuesta de debate, tras expresar su rotunda oposición a esa idea y asegurar que el citado informe "carece de cualquier valor", una posición que respaldaron varios países en desarrollo en la votación que ganaron por 19 votos en contra del debate y 17 a favor, mientras 11 se abstuvieron.

Entre los países que apoyaron la propuesta se destacan Francia, Alemania, Japón y Países Bajos, Polonia, Reino Unido y Estados Unidos, mientras por el rechazo votaron China, Bolivia, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Venezuela, entre otros. Además de la Argentina, optaron por la abstención India, México, Brasil y Ucrania.

"Esto no es una cuestión de procedimiento, sino de fondo. Estados Unidos y otros países quieren poner en la agenda de este Consejo un problema que no existe en Xinjiang", dijo el embajador chino ante la sede de la ONU en Ginebra, Chen Xu, durante la discusión de la propuesta occidental. Según el diplomático, la verdadera intención de la iniciativa era aprovechar las instancias de la ONU "para una injerencia en los asuntos internos de China".

"Esto no es en favor de los derechos humanos, sino una manipulación política. En Xinjiang (provincia china donde están asentados los uigures), no hay un problema de derechos humanos, sino de separatismo y de lucha contra el terrorismo. Xinjiang ha estado por fin, desde hace cinco años, al abrigo de ataques terroristas", argumentó Chen. 

Esta es la primera vez en la historia del Consejo de Derechos Humanos, establecido en 2006, que un proyecto de decisión se refiere a China. Estados Unidos señaló que la propuesta ofrecía "un foro neutral para discutir y que China presente su punto de vista". Por su parte el embajador británico Simon Manley se mostró optimista en su cuenta de Twitter: "Las tentativas de China para impedir el debate y ocultar la verdad no tendrán éxito".

La abstención argentina

Según informaron fuentes oficiales, la postura argentina de abstención se debe a que se pretendía tratar este informe que "fue voluntario sin el consentimiento de China", lo cual "rompe el fundamento de cooperación entre los miembros de Consejo y sólo busca politizar el mecanismo".

"La señal de los países que abstuvieron estuvo dirigida a que no se politice el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y que no se transforme en un ámbito de disputa entre potencias", indicaron desde la Cancillería que conduce Santiago Cafiero. De esta manera, la Argentina "impulsa que se siga fortaleciendo la cooperación para promover y proteger los derechos humanos".

Las denuncias contra China

Organismos de derechos humanos vienen denunciando hace años la situación de derechos humanos de la minoría uigur, una etnia de religión musulmana que vive fundamentalmente en Xinjiang, una región autónoma de China como lo es Tíbet en el sur. La exjefa de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, entregó un informe al dejar el cargo que afirma que en Xinjiang la minoría musulmana uigur ve violados sus derechos fundamentales.

En 2021 Estados Unidos, Reino Unido y los cancilleres de la UE sancionaron a cuatro funcionarios de la provincia de Xinjiang y a autoridades del Partido Comunista, con el congelamiento de sus activos en Europa y la prohibición de viajar a los países del bloque. Beijing respondió con sanciones a diez personalidades europeas, entre ellas cinco eurodiputados, por difundir mentiras basadas en estudios que China considera sesgados.

Para Human Rights Watch este resultado fue "una abdicación en el deber de proteger a las víctimas uigures", aunque la diferencia de solo dos votos entre el "sí" y el "no" también muestra que muchos países quieren que se haga luz sobre lo ocurrido en Xinjiang. Por su parte la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnes Callamard, señaló que "la votación de hoy protege a los responsables de violaciones de Derechos Humanos en lugar de a las víctimas".

En un comunicado Callamard aseguró que el resultado pone al Consejo de la ONU en una "posición ridícula por ignorar las conclusiones" del reciente informe, al tiempo que aseguró que aún confía en continuar "la lucha por la justicia" de las víctimas a través de otras vías.