“Cuando pensamos en gestionar el agua y el saneamiento, desde una política con perspectiva de género, lo que buscamos es transformar realidades de las personas que reciben el servicio, de las personas que gestionan el servicio y de la cadena de valor que tiene la empresa para cambiar realidades y desigualdades por motivos de género”, afirmó Eugenia Ghiotto de la Dirección de Políticas de Género de AYSA. Se trata de la empresa concesionaria de servicios públicos de agua potable y tratamiento de desagües cloacales para la Ciudad de Buenos Aires y 26 partidos del conurbano bonaerense.

Ghiotto, que participó de las V Jornadas de Agua y Educación que se desarrollan en La Rioja, habló sobre el impacto que tuvo la creación del área de género en la empresa que conduce Malena Galmarini y la aplicación de “una política transversal para lograr que cada nicho que tiene la empresa y cada persona que gestiona el saneamiento pueda tener dentro de su tarea la perspectiva de género para aplicar un cambio respecto de lo que venía haciendo”.

Con un personal de 8 mil personas, explicó que “incorporar la perspectiva de género significa entender que existen desigualdades estructurales para que al momento de gestionar se tenga en cuenta esa diferenciación previa y poder hacerlo acorde a eso. El primer desafío fue lograr que esas 8 mil personas trabajadoras puedan incorporar esta mirada y que no es algo sencillo porque no son solo contenidos teóricos. Es por sobre todo cuestionar algo aprendido sobre esas desigualdades por cuestiones de género y que no pasen como algo desapercibido”, consideró y agregó que la empresa adhirió a la Ley Micaela.

Dijo además que “es difícil pensar en el afuera si primero no hay un impacto adentro con la perspectiva del genero de todas las personas que gestionan el agua y, capacitarse es poder desarmar con contenidos y marcos conceptuales las propias creencias culturales y que son parte de un orden social que es el patriarcado”.

Entre las políticas mencionadas por Ghiotto esta el uso del lenguaje no sexista. “Para trabajar con las personas usuarias dejamos de hablar en masculino porque “cuando hablamos de lo que no hablamos no le damos existencia. Si sigo hablando de usuarios claramente no estamos hablando de todas las personas y las que utilizan el agua no son solo varones y a las que más les falta el agua es a las mujeres y a las infancias". "Es importante analizar el impacto de las obras y como les cambia la vida a las mujeres y a las infancias”, agregó.  La transversalidad también alcanza a las cadenas de valor y a los proveedores para que se apliquen la perspectiva de género.

Otras las políticas que lleva adelante AYSA es un programa de gestión menstrual sustentable y todas las personas menstruantes, cerca de 2 mil personas que son parte  de la empresa reciben un kit. La aplicación del programa responde a la manera diferenciada que impacta en los ingresos,  en la salud y también en el uso del agua si no no hay una política sustentable.