Volver a Rosario es algo que tiene contento a Nicolás Mu Sánchez. Hace un tiempo largo que vive en Buenos Aires pero ésta es su ciudad, así que traer los sonidos de Mudo, el trío de música experimental que el guitarrista integra junto a Juan Bayón (contrabajo) y Lulo Isod (batería), oficia de manera especial. Además, con una novedad impaciente y obligadamente postergada: la presentación del disco Perro Punk (2019, Quark Records), más el adelanto del inminente Ciénaga Eléctrica, previsto para el año próximo. Hoy a las 21 Mudo se presenta en Paraphernalia (Rioja 1070).

“Es en lugares íntimos donde más me gusta tocar, y lo que se armó en Paraphernalia es medio único en la ciudad, en tanto lugar especializado, con una grilla de conciertos que tienen un concepto”, dice Nicolás Mu Sánchez a Rosario/12.

-Algo que debe ser un desafío también, lo digo por el sonido que caracteriza al trío, en donde la distorsión tiene protagonismo.

-Son los lugares donde más me gusta tocar pero también donde más difícil se hace, porque llegás directamente al oído, a los cuerpos de los espectadores, sin nada en el medio. Se escucha casi acústico. Y nuestra propuesta es bastante eléctrica en un punto, o por lo menos desde la mezcla que intento, entre el contrabajo súper acústico y la guitarra con bastante distorsión, por momentos extremando esos sonidos.

-¿Cómo llegaron a este concepto sonoro?

-Las composiciones son mías, pero tanto Lulo como Juan son fundamentales para la creación del sonido; la interacción musical no sería la misma si tocara con otra gente, ellos no son intercambiables. Como me gusta un abanico musical y artístico grande, con este grupo finalmente y luego de buscar muchos combos, encontré la posibilidad de manifestar la mayor cantidad de influencias mías. Por eso, hay un gran espectro sonoro, algo que ellos comparten y desarrollamos juntos, en el sentido de una cuestión muy rockera y muy jazzera, de mucha composición pero a su vez con improvisación libre; nos ponemos a jugar, a ir de un lado a otro, de una esquina a la otra y a la vez.

-Lo que decís me hace detener en la versión que hicieron de “Have You Ever Been” de Jimmy Hendrix, me resulta acorde con ese concepto.

-Ese tema es como una especie de montaña rusa emocional. Yo trato de tocar lo que me gustaría ver o escuchar en un concierto, lo que me sale de adentro. Y ese tema de Hendrix me pareció el más atinado para tocar con este grupo, cuando hay otros temas que son más una sola cosa. En éste hay un concepto que es el que está en el grupo. Dentro de un disco y en un concierto me gusta que estén los sonidos más mínimos y más acústicos con los más fuertes y más eléctricos; y me gustó como concepto sonoro que la batería estuviera situada en el medio, entre la guitarra con mucha distorsión y el contrabajo.

-Pienso en el título del disco próximo, “Ciénaga Eléctrica”, una fusión de palabras que expresa lo que señalás.

-“Ciénaga Elécrtica” en realidad es el nombre que le puse a una guitarra que tengo, cuando la recibí del luthier Guido Frisina, que vive en Europa. Y me pasó eso, me proponía una cuestión eléctrica pero con una mezcla de estado de calma. Siempre se asocia que algo eléctrico y distorsionado tiene que ver con agite, pero eso a mí me puede calmar; me gusta que haya como bochinches eléctricos, y que eso no sea una alteración sino una calma. La imagen que se me presenta con el próximo disco es un poco eso, vamos a ver cómo lo logramos.

-¿En qué se va a distinguir Ciénaga Eléctrica de Perro Punk?

-Van a ser distintos los abordajes. Al grupo lo armamos en 2016, y en Perro Punk los temas fueron grabados después de ser tocados. Pero en este caso, si bien vamos a ensayar para grabar, la mayoría van a ser primero grabados y después tocados. La diferencia es que hay un poco más de composición formal. Y también vamos a agrandar un poquito el grupo con invitados e invitadas, para tener temas en trío, cuarteto, y hasta seis músicos juntos. Hay una búsqueda para ver qué pasa con eso.

Desde su formación, Mudo estuvo presente en diversos escenarios, además de compartirlo con otros artistas, como es el caso del baterista norteamericano William Winant. “La primera vez que tocamos en Rosario fue en 2018, en el Atlas, y siempre quise ir a presentar Perro Punk, que es de 2019, pero estos años locos no lo hicieron posible. Estamos muy entusiasmados de poder tocar en mi ciudad esta música, y también vamos a hacer composiciones nuevas”, concluye el músico.