Ya se sabe que la incompetencia del gobierno porteño sólo es superada por su mala fe y su protección a la industria favorita, la de los especuladores y sus servidores. Es por esto que la verdadera pasión por chuzear nuestros árboles terminó en manos de empresa que ni remotamente se especializan en el tema de podas o mantenimientos. A los horrores que pueblan nuestras calles con árboles mutilados, rotos, deformados, se suma ahora el otro lado de la moneda: como las empresas no saben nada del tema, no saben qué tienen que prevenir. Es lo que pasó este domingo de feriado nacional en el Parque Chacabuco, cuando se cayó un árbol de porte sobre los juegos. Como llovía fuerte, no había chicos y no se tuvo que lamentar heridas o cosas peores, pero queda la duda de si el árbol fue podado por los ignorantes a cargo y por lo tanto quedó debilitado estructuralmente ante los vientos fuertes, o simplemente lo ignoraron. De paso, los vecinos del Parque recuerdan que es la tercera vez que se cerró este sector de juegos, primero por un amparo del juez Andrés Gallardo, luego por un serio accidente cuando se cayó la puerta de reja, y ahora porque hubo que cortar el árbol y retirarlo.