Desde Antártida Argentina
Es el clima el que manda en la Antártida. Queda claro este fin de semana cuando 64 personas de diversas ocupaciones deben permanecer muchas horas más de las previstas en la base militar de Río Gallegos, adonde habían llegado desde El Palomar. Fundamentalmente es porque hay que esperar que las nubes dejen de cubrir el destino, y así den paso al Hércules en lo que se conoce como “ventana”. Entre los que viajan hay representantes de los ministerios de Cultura y Defensa, cuyas actividades conjuntas en las bases Marambio y Esperanza se posponen del sábado para el domingo, en consonancia con el triunfo argentino en el Mundial. Entre otras cosas, presentan una grilla de actividades artísticas en el continente blanco.
El carácter impredecible forma parte de la travesía hacia un destino soñado y codiciado (los militares de la base comentan que, para un turista, estar ahí tiene un costo de 12 millones de pesos por día). Los planes pueden cambiar de un minuto a otro. Los pilotos cuentan que la operación de El Palomar a Antártida -siempre en Hércules- suma, en total, algo así como siete horas de vuelo, pero hay que considerar 15 por el seguimiento de la meteorología.
De manera que el día en que la Antártida Argentina queda revolucionada por los festejos otras cosas suceden en este punto inhóspito del mapa. Por primera vez la región cuenta con un “punto de cultura”, en base Esperanza, donde se realiza el primero de los actos, a 30 kilómetros de Marambio y con la participación de unas pocas personas que llegan en helicóptero. Es decir que ahora la Antártida está incluida dentro de un programa de Cultura que funciona hace 11 años y que apoya iniciativas sociocomunitarias. El proyecto lleva el nombre de “Conectando Argentinos” y enlaza el trabajo de LRA36 Radio Nacional Arcángel San Gabriel, hecha por las mujeres de los militares que trabajan en la base, con la escuela provincial número 38. Además, las dos carteras lanzaron una agenda de actividades para 2023 bajo el lema “Cultura es Soberanía”; en tanto que Defensa inauguró el espacio de lectura “Malvinas” en la biblioteca de Marambio (ver aparte).
Los Ministerios tenían previsto el viaje para otra fecha, pero se pospuso, y justo quedó programado para el fin de semana de la final. Algunos integrantes de los equipos lo toman como una coincidencia “mágica”: vivir una situación de esta índole en base Marambio es inusual e histórico. Las actividades se realizan antes del comienzo del partido, que los recién llegados ven en el comedor de la base junto a gran parte de la dotación. También antes, claro, del emocionante festejo colectivo con una enorme bandera al grito de “Muchachos…”, frente al Mar de Weddell con sus imponentes témpanos. La sensación térmica es de 8 grados bajo cero pero algunos están en camiseta; salieron del comedor con lo puesto.
“Este territorio también es nuestro. Tenemos que defenderlo desde la presencialidad y posibilidades concretas para que nuestro Estado pueda estar presente, nuestra patria pueda ser soberana y no vengan otros a decirnos como tiene que ser”, expresa Federico Prieto, secretario de Gestión Cultural, horas antes de los festejos, en la pequeña biblioteca de la base Marambio. Así refleja el sentido de la presencia de ambos ministerios en este suelo. La otra funcionaria presente es Pilar Giribone, directora de Gestión Cultural de Defensa.
El grupo de 64 personas que viaja en el rústico Hércules -cuatro hileras de pasajeros enfrentados, piernas apretadas, redes como asientos, un ruido que requiere de protectores auditivos- es de lo más variado. Hay investigadores que estudian rayos cósmicos y skúas y militares -los cuales van a instalarse por varios meses-, periodistas, ingenieros de una empresa que están trabajando en el mejoramiento del roaming de las bases, unos chicos que fueron premiados por su escuela con una visita a la Antártida por tener mejor promedio y personal de Salud que va a trabajar en trámites de las enfermerías, entre otros.
La Antártida recibe a los visitantes a las 3 de la mañana con un fuerte viento y el suelo cubierto de nieve, imagen que luego muta dando predominio al permafrost. La intensidad de conocer un lugar como este se entremezcla con la que genera la posibilidad de ver a Argentina campeón. El partido es la vivencia por casi todos compartida; los festejos continúan hasta la noche con karaoke y baile. Caminar por las pasarelas recorriendo las instalaciones, llegar hasta la costa y encontrarse con pingüinos, charlar con militares o científicos o simplemente disfrutar de fenómenos como el mar de nubes son otros de los atractivos de esta tierra en la que este fin de semana hubo movimiento por partida doble: el del fútbol, también el de la cultura.
Punto de cultura
Teatro, música, danza y cine
Hernán Mazzieri, jefe de Comunicaciones e Informática del Comando Conjunto Antártico comenta a este medio que siempre estuvieron interesados en tener un punto de cultura, pero “había otras prioridades”. Fue a partir de un pedido del Ministerio de Cultura que dieron los pasos para que se desarrollara el proyecto. “Lo que empecé a ver desde 2020 pero quedó ahí es que es necesario darles cara a esas voces, con el streaming, porque no tenés forma de comprobar dese dónde está la persona transmitiendo. Además, cuando empecé a llenar el formulario se pedía una actividad subsidiaria. Lo que se me ocurrió fue que los chicos de Base Esperanza hagan streaming sobre su actividad escolar y que eso llegue a otras provincias”, cuenta.
En cuanto a la programación de actividades culturales, habrá teatro, música, danza y cine. Se anticipó un espectáculo con protagónico de Juan Palomino, Islas del fuego, de Fernando y Gabriel Lerman, trata sobre la rebelión del gaucho Rivero en las Malvinas. Se montaría sobre la cubierta del Rompehielos Irizar. Para la celebración del día de la Independencia se presentarán cantantes y un ensamble musical para cantar el Himno y luego brindar un concierto a todos los habitantes de una de las bases. Además, en el marco de “Cultura es Soberanía” en la Antártida Argentina y en conjunto con el INCAA se organizará un ciclo de cine invernal, entre otras cosas.
Por otro lado, el Ministerio de Defensa inauguró el espacio de lectura “Malvinas” en la biblioteca de Marambio. Cultura acompañó esa acción con material del programa “Libros y casas”.