El teléfono celular de Guillermo Coria ya estaba activado horas después de conocer el próximo rival del equipo argentino de la Copa Davis. Varias semanas antes de las fiestas de fin de año el capitán ya sabía que tendría un arduo trabajo: persuadir a los jugadores para viajar a la fría Finlandia no sería ninguna tarea sencilla.

La eliminatoria, correspondiente a los Qualifiers 2023 por un boleto en juego para las Finales, representaba una amenaza real por diferentes motivos, aunque el principal sería la ubicación en el calendario: el choque crucial será el 4 y el 5 de febrero, inmediatamente después del Abierto de Australia -finaliza el 29 de enero- y a escasos días del inicio de la gira sudamericana de ladrillo, con el Córdoba Open como primer torneo, la etapa más fructífera de la temporada para casi todos los tenistas argentinos, que suelen sumar ese mes la mayor cosecha de puntos para su ranking ATP.

En esa puja por conformar el equipo más competitivo posible Coria perdió a tres piezas clave: el número uno Diego Schwartzman (25º; ex 8º), el líder doblista Horacio Zeballos (14º; ex 3º) y el tercer singlista Sebastián Báez (45º). Los mensajes de Whatsapp, las llamadas y las conversaciones fueron y vinieron antes de arrojar el anuncio de un plantel, ante las tres ausencias, renovado: Francisco Cerúndolo (30º), el debutante Pedro Cachín (57º) y los doblistas Máximo González (45º) y Andrés Molteni (38º).

Coria viene de sufrir un golpazo en la fase de grupos de las Finales en Bologna, en septiembre del año pasado, en la que su equipo siquiera pudo ganar un partido de singles -perdió contra Suecia, Italia y Croacia-. Aquel certamen representó una fallida experiencia en la que se vieron ciertas falencias en la pericia del capitán, sobre todo ante roces internos, reproches por el armado de las formaciones y hasta la negativa de un doblista a jugar con el resultado puesto. Incluso debió intervenir Agustín Calleri, el presidente de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), cuando no es usual que los dirigentes actúen en asuntos de jugadores y cuerpo técnico.

Esta vez el Mago tendrá una verdadera prueba de fuego, acaso la más difícil desde que asumiera el cargo. No sólo por la obligación de ganar, una constante para el tenis argentino, sino por el sinfín de circunstancias desfavorables que deberá sortear para no descender a los playoffs del Grupo I.

El calendario para los argentinos comenzó en el extenuante calor australiano, sobre cemento al aire libre; continuará en el verano sudamericano, con Córdoba, Buenos Aires, Río de Janeiro y Santiago de Chile, sobre canchas de ladrillo extremandamente lentas. En el medio cayó la serie con Finlandia, cuya temperatura en febrero rara vez excede las cifras bajo cero: la serie será bajo techo y sobre una cancha dura más rápida que la media.

"Argentina puede completar su selección con un jugador más", publicó la cuenta oficial de la federación de tenis de Finlandia. Coria tiene tiempo hasta dentro de la semana previa a la serie para incorporar una pieza más al plantel. En rigor el capitán anunciaría a otro debutante: el platense Tomás Etcheverry, de 23 años y actual 79º del mundo.

Los detalles del rival


La elección de la localía resultó un aspecto clave en el azar para la Argentina por el doble sorteo: tener a Finlandia como rival y tener que jugar de visitante: el duelo más reciente entre las dos naciones fue antes de 1970, el año límite para decidir la localía en el bolillero, que al final benefició al conjunto europeo (el único antecedente fue en 1960, en Helsinki, con triunfo argentino por 5-0, con Eduardo Soriano y Roberto Aubone en todos los puntos).

Finlandia no sólo tiene los atributos de todo país nórdico en la Copa Davis cada vez que juega de local, con las recordadas "canchas de hielo", sino que además cuenta con un equipo compacto de sumo riesgo para la Argentina. El conjunto que recibirá al plantel de Coria en la ciudad de Espoo, en la costa sur del país, tiene un engranaje de gran potencial: los singlistas Emil Ruusuvuori (23 años; 40° del mundo) y Otto Virtanen (21; 175°), además del poderío del experimentado doblista Harri Heliovaara (33; 11° en la modalidad). Para el recambio tiene a Eero Vasa (25; 1073º) y Patrik Nicklas Salminen (25; 1262º).

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