El diputado y ex ministro de Planificación, Julio De Vido, reiteró que “de ninguna manera” va a renunciar a su banca, que ya expresó su postura en la carta que envió al presidente de la Cámara baja y que ejercerá su defensa únicamente “ante los jueces de la Constitución”, quienes son los que tienen que solicitar su desafuero parlamentario. Calificó como “un escrache fascista” la “maniobra” para apartarlo y aunque sentenció que se siente “perseguido” por el presidente Mauricio Macri afirmó que no tiene miedo de ir preso. En medio de un debate sobre la legalidad y la metodología que impulsa su “exclusión” de la Cámara de Diputados, desde Cambiemos afirman que tienen las firmas para emitir un dictamen condenatorio contra De Vido en la comisión de Asuntos Constitucionales al tiempo que, con el aporte del propio Gobierno, ajustan un trabajo de pinzas sobre los legisladores en duda para conseguir los dos tercios necesarios para aprobar la expulsión en el recinto el próximo miércoles. Para eso, no solo contarán los que levanten la mano contra el ex ministro sino los que dejen sus bancas vacías para facilitarle el número al oficialismo y los opositores aliados en la cruzada.  

“De ninguna manera voy a renunciar. Todo lo que expresé en el documento de ayer es lo único que voy a expresar”, señaló De Vido en alusión al descargo que envió este miércoles a la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara baja y que su desafuero “lo tienen que pedir los jueces”. De Vido fue abordado por los periodistas tras su paso por el Senado, donde defendió ayer como presidente de la comisión de Energía de Diputados la construcción impulsada por la gestión kirchnerista de las represas hidroeléctricas santacruceñas “Presidente Néstor Kirchner” y “Gobernador Jorge Cepernic” en las audiencias públicas que se realizan en el Senado.     

“No tengo miedo a nada”, respondió ante la insistencia periodística sobre si temía ir preso. De Vido dio muestras luego de la reunión de la comisión de Asuntos Constitucionales que no acudiría a la convocatoria que le haría llegar la comisión para el mediodía del martes próximo y que su descargo ya se expresó en la extensa carta que les envió. Desde su cuenta de Facebook denunció una “campaña” en su contra y acusó a Macri y a su aliada, la diputada Elisa Carrió, de querer “montar un escrache fascista a pocos días de las elecciones legislativas”.

En el mismo sentido volvió a pronunciarse el diputado Rodolfo Tailhade (FpV-PJ), que consideró el proceso contra De Vido en la Cámara baja “es un acto de campaña del macrismo y el massismo” y advirtió que “no hay ninguna voluntad de combatir la corrupción sino un intento de consolidar como eje de campaña la supuesta corrupción del gobierno anterior”.

En el macrismo se entusiasman con la embestida para expulsar al De Vido y se muestran optimistas con que conseguirán el objetivo. “Si bien se llamó a un cuarto intermedio creemos que el martes vamos a dictaminar la exclusión y luego lo llevaremos al recinto para poder excluirlo de la Cámara de Diputados”, evaluó ayer el diputado macrista Daniel Lipovetsky. Si se mantiene el acuerdo con el massismo, el oficialismo no tendría mayores inconvenientes para alzarse con el dictamen de mayoría.

Conseguir los dos tercios de los votos (de los diputados presentes) pasó a ser ahora el objetivo del macrismo. Para el oficialista Pablo Tonelli, que preside la comisión de Asuntos Constitucionales, si Cambiemos “pierde la votación” para expulsar al ex ministro de la Cámara “va a quedar claro ante la sociedad quiénes lo defienden y quiénes creemos que debe ser apartado”.

Pero el diputado macrista se mostró optimista con el resultado. Aseguró que “el único bloque que va a apoyar” la continuidad de De Vido como diputado “es el Frente para la Victoria”. Tonelli también puso en duda el voto de los legisladores del Movimiento Evita y sostuvo que “seguramente” el Bloque Justicialista va estar a favor de la expulsión. 

Diputados de ambos bloques están encolumnados con la candidatura a senador de Florencio Randazzo. Ayer, el ex ministro de Interior y Transporte y compañero de gabinete de De Vido, se pronunció sobre el tema en términos personales: “Yo daría un paso al costado, pediría una licencia sin goce de sueldo y me sometería a la Justicia”, dijo.