Miles de peces aparecieron muertos en las orillas de la Laguna del Plata, en el norte santafesino, exponiendo las consecuencias de la extraordinaria y prolongada bajante de los ríos y los graves efectos que provoca la sequía en la flora y fauna de la región. Desde el gobierno provincial explicaron que la mortandad de peces en ambientes de aguas poco profundas se debe “a una disminución considerable en los niveles de oxígeno disuelto en el agua”. Además, aconsejaron a la población no consumir ejemplares muertos o moribundos, ya que los peces se descomponen rápidamente y podrían representar un grave riesgo para la salud.

Los impactantes videos e imágenes que se viralizaron ayer con una gran cantidad de peces muertos tapizando las orillas de la Laguna del Plata, ubicada en la localidad de Vera y Pintado, a 364 kilómetros de Rosario, reflejan lo que viene atravesando la región desde hace varios meses como producto de la sequía. La mortandad de peces no se limita solamente a esa zona, y desde el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la provincia informaron que los análisis preliminares indican que “tal evento obedece a la bajante extraordinaria y prolongada experimentada por dichos ambientes, lo que sumado a las altas temperaturas registradas ha provocado una disminución considerable en los niveles de oxígeno disuelto en el agua, afectando, en consecuencia, la fauna íctica”. Sin embargo, destacaron que esta situación todavía no se ha manifestado en el cauce principal de los ríos de la provincia.

Durante una recorrida realizada ayer en la Laguna del Plata por personal técnico de ese Ministerio, se evaluó el escenario y se tomaron muestras tanto de los peces muertos como del agua. "Necesitamos contar con un mayor caudal de información para saber las razones de la mortandad", explicó Danilo Demonte, biólogo de la Dirección de Manejo Sustentable de los Recursos Pesqueros.

Por su parte, el Asesor Técnico Gaspar Borra detalló: “Lo que ocurre es que las lagunas que no tienen aportes de ríos o arroyos, paulatinamente se van secando o mantienen un caudal de agua tan bajo que cuando las altas temperaturas las calientan pierden oxígeno y se produce el fenómeno de hipoxia o anoxia, que en definitiva es la ausencia o disminución considerable del oxígeno disuelto en el agua”. Además, destacó que el gobierno provincial monitorea la situación desde el inicio, que se produjo en lagunas del norte, centro y sur de la provincia, “y que va a continuar hasta que llueva”.

En relación al retiro de los peces, el funcionario explicó: “La evaluación que debe hacerse antes de proceder al retiro, si no estamos afectando las márgenes de las lagunas con equipos pesados. Además, se estaría sacando del medio natural a estos peces, que forman parte de un sistema donde habitaron y murieron”. En ese sentido, mencionó que “cuando se los retira, se priva también de alimento a toda la cadena alimentaria, desde las bacterias hasta las aves carroñeras, incluyendo a otros peces e insectos”. Por eso, evaluó que “en estos sitios naturales, lo que debemos hacer es tratar de intervenir lo menos posible para evitar que un fenómeno natural termine afectando el ambiente”.

Por otro lado, Borra dejó una advertencia para la población: “Ante esa situación, se aconseja a no consumir ejemplares muertos o moribundos, ya que los peces se descomponen rápidamente y podrían representar un grave riesgo para la salud”.