Desde Madrid

El cine argentino celebró a lo grande en la Caja Mágica de Madrid: El ciudadano ilustre, de Mariano Cohn y Gastón Duprat, se llevó el premio mayor al ser elegida la Mejor Película Iberoamericana de Ficción en la gala de la cuarta edición de los Premios Platino, organizados por la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda) y la Federación Iberoamericana de  Productores Cinematográficos y Audiovisuales (Fipca). Pero el film de esta dupla exitosa tuvo más lauros: Oscar Martínez volvió a festejar como Mejor Actor, al igual que el año pasado cuando recibió la prestigiosa Copa Volpi en el Festival de Venecia, mientras que Andrés Duprat obtuvo el Platino al Mejor Guión por la película que codirigió su hermano Gastón. El film y Martínez habían obtenido el Platino del Público a la Mejor Película y al Mejor Actor, según se anunció el viernes pasado.

La luz incidente, de Ariel Rotter, que competía en tres rubros técnicos –-Música, Dirección de Arte y Fotografía--, no cosechó ningún galardón ya que todos los mencionados fueron para Un monstruo viene a verme, del español Juan Antonio Bayona. Tampoco pudo conseguir el Platino a la Mejor Actriz Natalia Oreiro por su composición en Gilda, no me arrepiento de este amor, de la argentina Lorena Muñoz. La premiada en este último caso fue la gran actriz brasileña Sonia Braga por su brillante interpretación de la periodista Clara en Aquarius, de Kleber Mendonça Filho. La categoría Mejor Miniserie o Teleserie Iberoamericana debutó en esta edición, pero El marginal, de Luis Ortega, no pudo lograr otro Platino, que quedó en manos de Félix Viscarret, director de Cuatro estaciones en La Habana, basada en una novela del escritor cubano Leonardo Padura.    

El primer argentino en subir al escenario fue el guionista Andrés Duprat, quien señaló: “Este escritor me ha estado dando muchas satisfacciones”. Se refería a Daniel Mantovani: el hombre que en la ficción gana el Premio Nobel de Literatura y vuelve después de muchos años a su pueblo desde Europa para ser homenajeado como Ciudadano Ilustre. En diálogo con Página/12, Martínez señaló: “Vivo los premios como un estímulo. Creo que son importantes porque difunden y promueven nuestro trabajo y obviamente son halagadores”. Contó que los directores le propusieron el papel y le dijeron que creían que ningún otro actor podría hacer ese personaje. “Me mandaron el guión y en la página dos dije: ´Tienen razón’ porque me sentí absolutamente identificado e involucrado con el personaje desde el primer momento. Sentía que lo único que tenía que hacer era ponerme la ropa y hacerlo”, relató Martínez. Sostuvo que a Mantovani lo ve como “un hombre con certezas, pero lo interesante de la película es que cuando está en su lugar de origen algunas de esas certezas se tambalean”. Al momento del estreno, el actor comentó que veía a El ciudadano ilustre como una metáfora de la Argentina. “Me refería al resentimiento, la destrucción del personaje encumbrado, la envidia, la descalificación masiva del otro, el patrioterismo, el chauvinismo, el elogio de la ignorancia. En todo eso hay un cierto retrato y por eso dije que era una metáfora”, analizó el actor.

En el momento de recibir el Platino a la Mejor Película Iberoamericana de Ficción subieron Cohn, los hermanos Duprat, Martínez, el productor Fernando Sokolowicz y parte del equipo. Página/12 les consultó a los directores si cuando lo idearon imaginaron el recorrido exitoso que terminó teniendo el largometraje. “Con todas nuestras limitaciones y capacidades sabíamos que había quedado la mejor película posible, pero dudábamos del recorrido internacional porque nos parecía que quizás era una temática un poco local”, admitió Cohn. “Cuando estrenamos en Venecia nos dimos cuenta de que no era tan así: el público italiano la acompañó muchísimo y ahí sospechamos que podía tener cierta trascendencia. En este caso tuvo muy buen recorrido internacional y muy buena taquilla. Y ahí notamos que había funcionado, que la historia tenía cierto toque de universalidad. Y todos estos premios y distinciones nos permiten potenciarnos para las películas que vienen y para filmar más seguido también”, agregó Cohn. En tanto, Duprat consideró que “uno parte de un punto de vista argentino pero luego entendimos que, a medida que la película recorría el mundo, las cuestiones que muestra no son sólo argentinas sino que en todos lados existen en mayor o en menor medida y descubrimos que El ciudadano... tenía la capacidad de llegar a públicos muy diversos, muy distintos, de países absolutamente diferentes como la India, Japón, China, Alemania, Estados Unidos”. El film ya había ganado en España el Goya a la Mejor Película Iberoamericana. “Es un buen cierre para toda la carrera que hizo la película y que empezó hace más de un año en el Festival de Venecia. Estamos súper contentos, tuvo más de veinte premios internacionales y cerrar de esta manera con los Premios Platino está buenísimo”, subrayó Duprat.

Otro de los galardones más importantes de la noche se lo llevó Pedro Almodóvar, quien ya tiene su primer Platino a la Mejor Dirección. Al subir a recibirlo se produjo uno de los momentos más fuertes y emotivos de la ceremonia por las palabras que dijo el director de Julieta, el film por el que se lo reconoció. “Julieta es un drama que habla de cuando una chica cumple dieciochos años y se va sin una palabra”, relató el director de Atame y La piel que habito. Sin ser padre, Almodóvar reconoció que “el dolor de esta ausencia debe ser de las experiencias más dolorosas para cualquier persona; también cualquier desaparición”. Por último, el cineasta manchego expresó: “Quiero dedicar este premio a los cientos de miles de personas que siguen buscando a sus desaparecidos” y también recalcó que abrir las fosas “es cerrar heridas y terminar para siempre con nuestra maldita guerra civil”.  

La gala fue conducida por Natalia Oreiro y el actor y humorista español Carlos Latre, quienes jugaron muchas veces con los asistentes y mostraron buena química entre ellos. “El rol de conductora lo tomo con mucho agradecimiento y responsabilidad pero yo no soy conductora, soy actriz, y entiendo que me convocan por formar parte de esta comunidad de gente que se dedica al cine. Al menos, yo me lo tomo desde ese lugar: poder compartir una noche entre amigos, y con personas que admiro y que no las conozco. Mi intención es ser yo. No pretendo otra cosa. Además, los verdaderos protagonistas son los actores y las películas”, manifestó.