“En un mundo donde la data es el nuevo petróleo, el mal uso de las cámaras de reconocimiento facial es un problema cada vez más presente en nuestra vida cotidiana. Un problema que afecta a personas de todas partes del mundo y que, si nos descuidamos, podría poner en jaque derechos como la libertad de expresión, la libre asociación y circulación en espacios públicos”, reza el contundente manifiesto de una nueva startup italiana llamada Cap_able, que está haciendo olas con… sus prendas tejidas. Efectivamente, es una firma de moda la que se ha propuesto proteger la privacidad de la gente de aquella tecnología intrusiva que monitorea sus movimientos; pretendida meta que, con su colección debut, habría alcanzando…

Confeccionados principalmente con algodón egipcio, sus sweaters, vestidos, tops y pantalones “blindan” contra este tipo de software, acorde a la creadora de la firma, la diseñadora Rachele Didero, asimismo investigadora en textil y en machine learning, que completó su doctorado en el Politécnico di Milano. A su decir, los datos biométricos están a salvo utilizando su indumentaria, pensada -valga la ironía- con la ayuda tech de algoritmos de inteligencia artificial, que permitieron definir qué patrones tejidos confunden a las cámaras. Según RD, su pilcha es tan eficiente que los programas de identificación facial no solo no logran pescar quién la viste, sino que incluso confunden a la persona con una jirafa, una cebra, un perro.

Rachele Didero luce uno de sus diseños

Dicho lo dicho, resistir de esta manera resulta bastante costoso: los precios de las prendas de su colección arrancan en los 300 dólares. El “camuflaje”, por cierto, solo aplica a la mentada tecnología invasiva: porque, de tan llamativos los patrones, capturan la atención del ojo humano a más no poder. “No se trata de alentar la desobediencia civil sino de ofrecer la opción de elegir cuándo y cómo compartimos nuestros datos personales al pasar frente a una cámara”, aclara Rachele, que sigue refinando su proceso de preservar identidades a través de su materia favorita: la pilcha. 

Ph Marcello Chiesa