La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) calificó de alarmantes las diferencias de conectividad entre zonas urbanas y rurales. Según el organismo en América Latina todavía hay 244 millones de personas sin acceso a internet. La CEPAL también instó a superar las brechas digitales de género y fomentar la participación de más mujeres en ciencia y tecnología y terminar la ciberviolencia de género. “Constatamos la persistencia estructural de la desigualdad de género”, precisó el secretario ejecutivo de la organización regional, José Manuel Salazar-Xirinachs.

"Las diferencias en la conectividad entre zonas urbanas y rurales resultan especialmente alarmantes: mientras que el 68 % de los hogares urbanos de la región estaban conectados a internet en 2018, solo un 23 % de los hogares de zonas rurales tenían acceso", apuntó la Cepal.

Según el organismo, las mujeres experimentan condiciones más precarias en cuanto acceso a internet. En este sentido, 4 de cada 10 mujeres en la región no cuentan con conexión a internet o no pueden costear una conectividad efectiva (acceso a internet, disponibilidad de dispositivos y habilidades básicas para su uso).

“El costo del servicio de banda ancha móvil y fija para la población del primer quintil de ingresos en la región llega en promedio al 14 % y el 12 % de su ingreso, respectivamente, lo cual explica que un alto porcentaje de esa población de bajos ingresos no tenga acceso a internet", indica el informe.

“Dado que en la región las mujeres están sobrerrepresentadas en los hogares de menores ingresos, de allí resulta que existan más mujeres en hogares no conectados”, añade el documento de la Cepal.

Por una participación plena de las mujeres

“Desde la Cepal reconocemos el talento, la fuerza y la creatividad de las mujeres y las niñas de la región. Sin embargo, constatamos la persistencia estructural de la desigualdad de género. Los datos son elocuentes y nos llaman a la acción”, señaló por su parte el Secretario Ejecutivo del organismo regional de las Naciones Unidas, José Manuel Salazar-Xirinachs.

“Este 8 de marzo hacemos un doble llamado. Llamamos, por una parte, a reducir la brecha digital de género y garantizar la plena participación de las mujeres en el desarrollo y conocimiento tecnológico y, por otra, a transitar hacia la sociedad del cuidado, un estilo de desarrollo que ponga la igualdad y la sostenibilidad de la vida en el centro y que no deje a ninguna persona atrás”, enfatizó.

En la mayoría de los países de la región, la proporción de mujeres graduadas de carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM) no supera el 40%. Los campos más críticos son ingeniería, industria y construcción (con 30,8 % de participación de mujeres en la matrícula de educación superior en 2019) y tecnologías de la información y las comunicaciones con 18 % de participación de mujeres en la matrícula de educación superior en 2019.