El presidente ruso, Vladimir Putin, alabó el lunes la posición "equilibrada" de su homólogo Xi Jinping sobre Ucrania y aseguró que examina "con respeto" el plan de paz de Beijing, al inicio de la visita a Moscú del presidente chino.

La visita de Estado de tres días del presidente chino a Rusia se produce poco después de que se cumpla un año de la ofensiva rusa contra Ucrania. "Siempre estamos abiertos a negociaciones. Hablaremos sin duda de todas estas cuestiones, incluidas sus iniciativas, que tratamos con respeto", dijo Putin a Xi durante un encuentro retransmitido por la televisión rusa, asegurando que Moscú y Beijing tienen "numerosos objetivos en común".

Putin añadió, "sé que ustedes (...) tienen una posición justa y equilibrada sobre los temas internacionales más urgentes". Mientras que Xi Jinping celebró las "estrechas relaciones" entre ambos países y su "cooperación estratégica global". China está "dispuesta a mantenerse firmemente al lado de Rusia" en aras de un "verdadero multilateralismo" y de una "multipolaridad en el mundo", agregó.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, pidió que el mundo no se deje "engañar" por las propuestas de China para poner fin al conflicto en Ucrania, y anunció otros 350 millones de dólares en ayuda militar a Kiev.

Poco antes, la UE anunció un paquete de 2.000 millones de euros para facilitar la entrega de municiones a la artillería ucraniana. Para Beijing y Moscú, el objetivo es mostrar la fuerza de su relación, en momentos en que los dos países enfrentan tensiones con las potencias occidentales.

Para Putin, la visita de Xi es especialmente importante, cuando la Corte Penal Internacional (CPI) emitió el viernes una orden de arresto en su contra por "crímenes de guerra" en Ucrania.

Tras el encuentro "informal" de este lunes, que duró cuatro horas y media, el presidente ruso acompañó a su huésped fuera del Kremlin.

El martes, los dos líderes tendrán conversaciones más oficiales, y se espera que firmen acuerdos para profundizar la cooperación bilateral, en particular económica.

"Paz justa y duradera"

Tras haber participado en la reciente reconciliación diplomática entre Arabia Saudita e Irán, Beijing quiere posicionarse como mediador en Ucrania. China no ha condenado públicamente la ofensiva rusa y critica a EE.UU. por suministrar armas a Ucrania.

China presentó a finales de febrero un plan de 12 puntos para instar a negociaciones de paz. Su postura ha sido criticada por los países occidentales, que consideran que brinda cobertura diplomática a la ofensiva rusa y que sus propuestas carecen de soluciones prácticas.

EE.UU. ya indicó que no apoyaría un nuevo llamado chino al alto el fuego durante esta visita de Xi a Moscú. Blinken aseguró que Washington acoge satisfactoriamente cualquier iniciativa diplomática para una "paz justa y duradera", pero duda de que China esté salvaguardando la "soberanía e integridad territorial" de Ucrania. "Pedir un alto al fuego que no incluya la retirada de las fuerzas rusas del territorio ucraniano, sería apoyar efectivamente la ratificación de la conquista rusa", añadió.

El diario The Wall Street Journal reportó que el mandatario chino podría estar planeando su primera conversación telefónica con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, desde el inicio del conflicto. Ucrania instó a Xi a "emplear su influencia sobre Moscú para acabar con la guerra de agresión" en su territorio.

"Doble rasero"

La visita de Xi también tiene un aspecto económico importante, después de que Rusia reorientara su economía hacia China por las sanciones occidentales. Según el Kremlin, Putin y Xi firmarán varios documentos, especialmente sobre su cooperación de aquí a 2030.

La visita de Xi le permite a Rusia mostrar que no está tan aislada. Un portavoz de la cancillería china, Wang Wenbin, consultado sobre este tema, dijo que la corte debería "mantener una postura objetiva e imparcial" y "respetar la inmunidad de jurisdicción de los jefes de Estado en virtud del derecho internacional", e instó al tribunal a "evitar la politización y el doble rasero".

En un gesto desafiante, Putin visitó el domingo la ciudad ucraniana de Mariúpol, su primer viaje a un territorio capturado a Ucrania desde el inicio de la ofensiva el 24 de febrero de 2022.

Jorge Wozniak -historiador especializado en Rusia y Ucrania- en conversación con Página/12, explicó que EE.UU. dentro de su política de “fobia anti-rusa”, intenta con diversas acusaciones mostrar a China como un aliado incondicional de Rusia. Porque de tener éxito, esto podría servirle para ponerle trabas al comercio entre China y la Unión Europea a través de sanciones (esto mismo le está pasando ya a Rusia y por eso los norteamericanos salen ganando con esta guerra). Wosniak agregó que "no hay que olvidar que el conflicto hegemónico de EE.UU. no es con Rusia, sino con China. Entonces sus acciones se enfocan hacia el Asia, en última instancia. Y China propuso un acuerdo de paz donde se para como equidistante entre Rusia y Ucrania. Y de hecho, Beijing se para en un rol ambiguo cuando su propuesta de paz plantea que hay que respetar, tanto la seguridad de Rusia, como la integridad territorial de Ucrania. Y esto es un golpe por aproximación a EE.UU. porque, si hay que respetar la unidad ucraniana en referencia al Donbass que reclama Rusia, significaría que también hay que aceptar la ´integridad china´ con respecto a Taiwán, a la cual reclaman como una provincia rebelde o secesionista. Esta es una operación muy inteligente por parte de los chinos”.

A pesar de los ecos internacionales de la reunión respecto a la guerra en Ucrania, el eje central de esta visita es económico: el intercambio comercial entre ambos países aumentó exponencialmente resultado de la guerra -el gas que Putin le vendía a Europa ahora va en su mayoría a China a un precio más bajo- y todo parece indicar que a Rusia le llevará muchos años recuperar los mercados europeos, si es que alguna vez lo logra. Para Rusia, comerciar con China es la opción que le queda para un desarrollo económico sin la influencia norteamericana y europea. 

Según Wozniak, "diferencies medios y funcionarios rusos hablan de Zelenski como títere de Occidente. En el caso chino, por una cuestión de aparecer como posibles mediadores, se cuidan muchísimo de una afirmación de este tipo, lo cual no quiere decir que no coincidan con la opinión del gobierno ruso". 

La Unión Europea mete la cola

A diferencia de lo que viene insinuando EE.UU., el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, reiteró este lunes que no tiene “ninguna evidencia” de que China esté suministrando a Rusia armas en el contexto de su guerra de agresión contra Ucrania, ni que tenga intención de hacerlo. 

Según dijo, si China hubiera estado suministrando armas a Rusia, “lo sabríamos, porque las armas se usan”. Sobre “el llamado plan de paz” presentado por China durante la Asamblea General de la ONU, Borrell afirmó que, “francamente, hace falta un esfuerzo intelectual muy grande para considerarlo un plan de paz”. “Es más bien una recopilación de las posiciones de China al respecto, que son de sobra conocidas. Pero no puedo ir más lejos en mi valoración de lo que han hablado, porque no lo conozco”, concluyó sobre el encuentro entre Putin y Xi.