Durante 2017 y 2018 realicé diversas e insistentes gestiones ante el Ente de Turismo de la ciudad de Buenos Aires para proponer que el Bus Turístico incluyera en su recorrido la esquina de Aráoz y Mansilla, donde había vivido el Che Guevara con su familia.

Actualmente, si bien el itinerario no incorporó el paso del bus por dicha esquina, en el audio que se brinda a los pasajeros se menciona (entre las Paradas de Plaza Italia y Plaza Julio Cortázar) que en este barrio de Palermo estaba el último domicilio del Che en Argentina.

En efecto, el Che, el memorable Che Guevara, vivió en este barrio. Habitó con sus padres y hermanos el solar sito en Aráoz 2180, esquina Mansilla, entre 1948 y 1953, mientras estudiaba medicina en la Universidad de Buenos Aires. Fue su último domicilio en nuestro país. El 7 de julio de 1953 inició su viaje por Latinoamérica, junto a su amigo Carlos Calica Ferrer.

Permanentemente, turistas de diversos países pasan por este lugar intentando, sin éxito, encontrar alguna referencia oficial que atestigüe este dato histórico. A raíz de ello contribuimos a impulsar la presentación, en tres ocasiones entre 2015 y 2017, de un proyecto ante la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires para la colocación de una placa recordatoria de Ernesto Guevara de la Serna, el Che.

Asimismo, se acompañó la propuesta con la adhesión de cientos de firmas y del expreso apoyo del consorcio de vecinos del actual edificio, habiendo sido aprobada la iniciativa en una asamblea extraordinaria.

Los tres proyectos fueron derivados a la Comisión de Cultura de la Legislatura porteña, presidida --en ese entonces-- por Omar Ahmed Abboud, del PRO: no se logró siquiera el tratamiento de las iniciativas. A la vez, concurrimos a sendas reuniones plenarias con los asesores y también con los legisladores de esa comisión para fundamentar la solicitud. En cada ocasión se reiteró la absoluta falta de respuesta a la petición de los vecinos. Por otra parte, se presentaron notas para requerir el tratamiento de la iniciativa, pero ni siquiera merecieron respuesta de las autoridades de la comisión. La Comisión de Cultura estaba integrada por trece legisladores, siete de los cuales pertenecían al PRO y uno a la Coalición Cívica.

Los proyectos fueron perdiendo estado parlamentario en virtud de la sistemática negativa de las autoridades para ser tratado. El diputado del PRO Omar Ahmed Abboud, presidente de la Comisión, militante del diálogo interreligioso en la ciudad, se definía como un “luchador contra la ignorancia”, no obstante lo cual ignoró reiteradamente el elemental reconocimiento del lugar donde habitó el Che.

A la par de desestimar la justa petición de recuerdo de un vecino ilustre que vivió en el barrio, la Comisión de la Legislatura sí se mostró diligente para tratar y aprobar distintos homenajes y reconocimientos, entre otros, a la Pastoral Universitaria, a la revista Bea “Budismo en Acción”, a la “Plazoleta arquitecto padre Andrés Bianchi”, a la Banda de pop rock británica “Coldplay”.

Los sectores conservadores suelen ser tenazmente consistentes en oponerse a visibilizar a personajes ya mundialmente reconocidos, como el Che Guevara, por su compromiso con las causas de la emancipación y de la justicia social. Se evidencian como obsesionados en posiciones negacionistas de todo aquello que no coincida con su ideología.

Ante el destrato recibido de parte de las autoridades de la Alianza Cambiemos, pudimos avanzar con los vecinos y con las organizaciones del barrio “Memoria Palermo” y “Palermo K” para la construcción y colocación de una baldosa de homenaje en la vereda. Se colocó el 17 de junio del 2017, con el siguiente texto: “En este solar vivió el Che Ernesto Guevara de la Serna. En conmemoración a su lucha por la transformación y la justicia social”.

Ese día, con la presencia de casi un centenar de personas, se llevó a cabo un emotivo acto en el cual hicieron uso de la palabra una vecina del Che de esos años, Mario Clavell, Juan Martín Guevara (el hermano del Che), Norberto Alayón, Diego Levy, Diego Sokolowicz y Taty Almeida.

Lamentablemente, esa baldosa fue vandalizada por manos anónimas en distintas ocasiones y debió ser recompuesta.

La colocación de la baldosa repara, en parte, la desidia y el desinterés de los legisladores de la alianza del PRO-Cambiemos en la ciudad de Buenos Aires. Cuando la ciudadanía elija otro perfil de representantes, que demuestren sintonía con el justo reconocimiento histórico de aquellos que lucharon en defensa de las mayorías populares, el Che Guevara podrá tener finalmente su merecido homenaje oficial, hoy negado.

Y se podrá avanzar, no sólo con la colocación de una placa en el frente del edificio de Aráoz 2180, sino también con el cambio de nombre de la cuadra de la calle Mansilla, entre Aráoz y la Avenida Raúl Scalabrini Ortiz, asignándole el digno nombre del Che, Ernesto Guevara.

Norberto Alayón es profesor Consulto de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).