La NASA, agencia espacial estadounidense, lanzó este domingo dos pequeños satélites desde una base de Nueva Zelanda, con el objetivo de poder monitorear ciclones tropicales cada hora, como parte de un proyecto que busca mejorar las predicciones meteorológicas.

Estos nuevos rastreadores de tormentas, puestos en órbita en un cohete construido por la empresa estadounidense Rocket Lab, pueden sobrevolar huracanes cada una hora, mientras que los actuales satélites sólo pueden hacerlo cada seis.

“Ahora, los investigadores podrán observar la evolución de las tormentas cada 60 minutos. Lo que nos proporciona esto es la posibilidad de añadir más información a los satélites insignia que ya tenemos”, explicó el científico de la NASA, Will McCarty, en una conferencia de prensa.

A través de Twitter, desde la NASA compartieron un video que muestra el lanzamiento, en el que describieron que "dos satélites Tropics del tamaño de una caja de zapatos están en camino para unirse a la flota de la NASA que estudia nuestro planeta. Juntos, tendrán el potencial de recopilar datos cada hora sobre la formación y el desarrollo de los ciclones tropicales". 

Dentro de dos semanas, se lanzará una segunda nave, también construida por Rocket Lab, con dos satélites más para completar una pequeña constelación de cuatro satélites de seguimiento de tormentas.

La información que se recopilará sobre precipitaciones, temperatura y humedad podría ayudar a los científicos a determinar con mayor eficiencia dónde tocará tierra un huracán y cuál será su intensidad, lo que significará que los habitantes de las zonas costeras puedan estar mejor preparados para posibles evacuaciones.

El cohete en el que se lanzaron los satélites

El cohete construido por la empresa estadounidense Rocket Lab, denominado Electron, mide alrededor de 18 metros de altura, puede transportar cargas de hasta 320 kilos y cuenta con un exterior hecho de un compuesto de fibra de carbono.

Cada uno de estos cohetes utiliza nueve motores en su primera etapa y uno solo en la segunda, los cuales utilizan una turbo bomba eléctrica alimentada por baterías para suministrar combustible.

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