Brenda Uliarte, una de las detenidas por el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner, cambió a su defensor oficial por uno particular en pleno trámite de la elevación a juicio. Su nuevo defensor es Carlos Telleldín, implicado y finalmente absuelto en dos juicios que lo vinculaban con el atentado a la AMIA. Su desembarco en el expediente sobre el ataque a CFK coincide con un aparente "episodio psicótico" que protagonizó la mujer en el patio del penal esta semana después de enterarse que debía ir a la audiencia de otro juicio por la "tenencia de un DNI ajeno" donde se vería cara a cara con Fernando Sabag Montiel, su exnovio preso por intentar gatillar en la cara de la vicepresidenta. Ese documento fue hallado en la vivienda que compartían. Tras ser sometida a pericias psicológicas, Uliarte fue diagnosticada de manera presuntiva con un "retraso mental leve", una calificación que podría utilizar la defensa para morigerar su situación procesal.

El reemplazo de quien fuera su defensor, Gustavo Kollman, por Telleldín fue notificado a las partes este viernes, mediante cédula desde el juzgado que lleva la causa, a cargo de María Eugenia Capuchetti. Aunque al momento de su detención se especuló con una posible designación de Telleldín, Uliarte solo había aceptado la representación oficial hasta ahora. Una de las últimas acciones por parte de Kollman fue aceptar la elevación a juicio oral que propuso la fiscalía.

Por su parte, Telleldín, el nuevo abogado de Uliarte fue involucrado y posteriormente absuelto en dos oportunidades en el atentado a la AMIA. Estuvo casi una década detenido, acusado como supuesto partícipe necesario del ataque contra la mutual judía, en su rol de proveedor de la camioneta que finalmente fue usada como cochebomba, hasta que fue absuelto y liberado en 2003. Su título de abogado lo consiguió durante ese tiempo en la cárcel. En 2020, fue sometido a un segundo juicio por orden de la Corte Suprema, que revocó la absolución. Buscaron demostrar, en esa oportunidad, que aunque no fuera parte del grupo que cometió el atentado, Telleldín sabía que la camioneta que vendió sería utilizada para cometer un delito. También fue absuelto en este segundo proceso.

Audiencia y "episodio psicótico"

En tanto, Uliarte fue sometida esta semana a pericias psicológicas luego de tener un “episodio psicótico”, desatado según ella por la noticia de que vería a Fernando Sabag Montiel, su exnovio y principal acusado en la causa por el intento de magnicidio. El encuentro sería en los tribunales de San Martín, donde se realizaría la audiencia por la causa en la que se investiga la tenencia de un DNI ajeno, encontrado en un allanamiento realizado en el domicilio que compartían y en la que ambos están imputados.

El episodio ocurrió el martes cuando Uliarte entró en “estado de exaltación” hasta el punto de que salió al patio del pabellón donde se encuentra en el penal de Ezeiza y golpeó un caño. Al día siguiente, aceptó ser entrevistada por psicólogas del Servicio Penitenciario Federal y la entrevista transcurrió con normalidad hasta que Uliarte comenzó a expresar ideas que parecían alejadas de la realidad, lo que devino en que se le diagnosticara un “retraso mental leve”.

El "retraso mental leve" es un diagnóstico presuntivo que comparte el 30 por ciento de la población carcelaria. Sin embargo, podría ser utilizado por la defensa para demostrar que Uliarte no se encuentra en óptimas condiciones mentales y de esta forma morigerar su situación procesal. En el informe, además, las profesionales señalan que las declaraciones de la detenida, en las que dice que está "enojada" con su expareja y que escucha que las demás presas le preguntan por su causa, no se objetivizan en las entrevistas realizadas.

Por otra parte, el brote que manifestó Uliarte tampoco tuvo un correlato con su actitud durante la audiencia. Por el contrario, fue Sabag Montiel quien se mostró más exaltado durante la reunión. Constantemente quería hablar, levantaba la voz y tuvo que ser advertido por el abogado defensor, que le indicó en dos ocasiones que no podía hacer uso de la palabra. Habrá más audiencias próximamente.