Una línea interna de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) denunció a la conducción del gremio por bloquear el debate interno durante la realización del último Congreso, el sábado pasado. A través de un comunicado, la llamada Corriente de les Trabajadores de la Educación apuntó a la Secretaria General de UTE-Ctera, Angélica Graciano, y al secretario General Adjunto de Capital, Eduardo López. Reprocharon limitaciones y búsqueda de aprobación de medidas llave en mano sin discusión: "Su máxima aspiración es conservar el poder y los cargos", expresaron.

El sábado se hicieron dos congresos, ordinario y extraordinario. Uno votó balance, memoria y política gremial con un procedimiento irregular, según la Corriente. “Históricamente, en este gremio, la memoria y la política gremial se votan punto por punto, generando una instancia de debate en la cual” cada quien puede “incluir nuevos puntos o solicitar modificaciones”. “Pero en el Congreso Ordinario no sólo no se leyeron los puntos de la propuesta de política gremial, sino que intentaron que fuera votada como un paquete cerrado mediante una moción de orden". Aunque lograron suspender la moción de orden y algunos tomaron la palabra, lo hicieron en un clima “muy hostil” y con una restricción de “dos minutos”. “¿Qué propuestas podrían hacerse?”, dijeron. “Ninguna. Y ese fue siempre su objetivo, cercenar el debate y las propuestas que no fuesen propias".

También denunciaron el mismo mecanismo para el congreso extraordinario que debía paridad de género y ampliación de la comisión directiva. Los congresales aprobaron paridad pero otra “no sorpresa” fue que le impidieron la palabra de la secretaria de géneros de la Corriente, Carolina Brandariz. Sobre la ampliación de la comisión directiva a 43 miembros señalaron que ningún sindicato de base de Ctera, integrada por UTE, “se conforma con semejante cantidad en su órgano ejecutivo” a excepción de Suteba que tiene 120 mil afiliados y es dos veces más grande que UTE. El tiempo para discutir este punto también se redujo a “dos minutos”. “Una vergüenza”, consideró la Corriente. Así, al final de las dos instancias expresaron: "La UTE es parte de la Ctera y de la CTA donde siempre han prevalecido los principios de la democracia sindical y participación plena. Evidentemente, para quienes hoy toman las decisiones en la UTE, esto no es más que papel pintado; siguen demostrando que su máxima aspiración es conservar el poder y los cargos, llevando adelante políticas marketineras vacías de contenido y cediendo nuestros derechos".