Más de 100 mil personas se congregaron ayer junto al rey de España en la céntrica plaza Cataluña de Barcelona, para rendir homenaje a las víctimas del atentado cometido el jueves en la turística Rambla con un minuto de silencio, que culminó con una cerrada ovación al grito de “No tinc por” (No tengo miedo). Poco antes del mediodía, una multitud que la Guardia Urbana barcelonesa calculó en 130.000 asistentes ya se había unido al acto convocado por las autoridades catalanas, al que asistieron las principales autoridades del país.

A raíz de la tragedia, el rey Felipe VI y el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, así como el presidente catalán, Carles Puigdemont, dieron una imagen inédita de unidad, en pleno proceso de secesión de Cataluña, contra el terror jihadista del Estado Islámico (EI). La Catedral hacía sonar campanadas en recuerdo a las víctimas que dejó la masacre cometida en pleno corazón de Barcelona, dando paso al minuto de silencio sobrecogedor y emotivo protagonizado por una multitud.

A pesar del dolor, fueron miles las personas que de pie, en la plaza y los alrededores, con lágrimas en los ojos, abrazados y algunos con las manos en alto mostraron firmeza y determinación frente a quienes quieren sembraron el terror en la capital catalana con un acto que pretende infringir miedo entre los ciudadanos.

Entre los participantes no solo se encontraban ciudadanos de Barcelona, sino también turistas, entre ellos italianos, franceses, alemanes e ingleses, conscientes de que cualquiera de ellos hubieran podido ser víctimas del ataque del día anterior.

La multitud fue ingresando en un compacto silencio después de atravesar estrictos controles, que demoraban el avance y obligaban a los participantes a esperar los exhaustivos registros de bolsos, mochilas o carteras, que hacían los agentes de seguridad. La plaza se fue llenando desde el lado sur de la plaza, incluso por la propia Rambla. Centenares quedaron fuera del lugar, atestado de manifestan en pleno proceso de secesión de Cataluñat en pleno proceso de secesión de Cataluña en pleno proceso de secesión de Cataluñaes, y acordonado férreamente por las fuerzas de seguridad.

“Barcelona unida contra el terrorismo”, decía una pancarta de cartón que llevaba un vecino. “En esta Rambla toda del mundo sois bienvenidos y no nos asusta esta lacra de cucarachas (Aquí somos de paz)”, rezaba otro cartel. Tras los aplausos, que fueron expandiéndose por varios minutos en las calles adyacentes a medida que el rumor de la ovación iba llegando a los que habían quedado fuera, llegó el mensaje a viva voz de los asistentes: “No tina por”.

“Es necesario que todos estemos aquí enviando un mensaje de paz y unidad, los catalanes y los españoles, juntos”, dijo Aurora Martínez Ruiz, una barcelonesa concentrada en la plaza Cataluña. “Barcelona es el símbolo cosmopolita, aquí vive gente de todas las nacionalidades, todas las razas, y no nos podrán dividir”, añadió su amiga Marta Cross.

“Gracias por venir”, gritaron algunos catalanes dirigiéndose al rey Felipe VI cuando abandonaba la plaza, mientras en un momento del homenaje, tras los aplausos, un sector de los presentes en la plaza abucheó a Rajoy. En catalán y en castellano, el mensaje fue de unidad, respeto y  consternación frente a un acto cruel que dejó 13 muertos y más de cien heridos sólo en Barcelona. El espíritu de unidad ante el ataque fue tan intenso que cuando una mujer hizo ondear una bandera española, quienes la rodeaban le gritaron “¡No hay banderas, no hay banderas!”, y fue aplaudida cuando la guardó.