La venta de leche y sus derivados en el mercado interno se retrajo 4,5 por ciento en el primer semestre con respecto a igual período del año pasado, según un informe elaborado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA). Entre enero y junio el consumo alcanzó los 1184 millones de litros, mientras en el mismo período de 2016 había sido de 1240 millones. De acuerdo con los datos de la cámara, la principal baja en ventas en el mercado interno se produjo en el ítem leche refrigerada, que se contrajo 22,1 por ciento hasta los 348 millones de litros en comparación con los 446,7 millones consumidos en los primeros seis meses de 2016. La venta de quesos rallados, en polvo, fundidos y otros bajó 35,1 por ciento y la de manteca retrocedió 18,8 por ciento. En leches chocolatadas o saborizadas la merma del consumo fue de 9,7 por ciento interanual. Como contrapartida aumentó el consumo de leche en polvo, que es más económica y rinde más que la leche fluida. La venta de leche en polvo descremada creció 58,6 por ciento y pasó de 7282 toneladas en el primer semestre del año pasado a 11.550 toneladas en el mismo lapso de 2017. La variedad entera y semidescremada creció en un 56,2 por ciento hasta las 37.477 toneladas.