Un árbitro fue agredido brutalmente por un jugador de fútbol amateur en la ciudad de Córdoba. La golpiza fue registrada en un video por uno de los hinchas que asistían al encuentro de la Liga de Ischilín. El juez quedó inconsciente y fue hospitalizado, aunque sin riesgo de vida; mientras que el agresor fue detenido por la policía.

Este hecho de violencia en el fútbol amateur se da pocas semanas después de que otro jugador le pegara una impactante patada en la cabeza a otro referí en la localidad bonaerense de Sarandí, Avellaneda. Después del escándalo que se generó en ese entonces, el atacante, Willams Tapón se suicidó en medio de denuncias de extorsión de sus familiares contra la víctima.

El video de la agresión al árbitro en Córdoba

El ataque de este fin de semana se dio sobre el final de un partido en donde La Franciscana le ganaba 1 a 0 a Peñarol de Chuña. A los 41 minutos del segundo tiempo, el árbitro Carlos Saire le sacó tarjeta roja al jugador Pablo Contreras, por protestar de forma efusiva ante el cobro de una falta en su contra.

En ese momento, Contreras le pegó un violento cabezazo al juez. Saire perdió el conocimiento y quedó tirado en el piso. Rápidamente fue asistido en el campo de juego, y luego, fue trasladado al hospital municipal local y finalmente a San José de la Dormida. El ataque del jugador de 38 años quedó totalmente registrado por los presentes y se viralizó en pocas horas.

"Estuve muy mareado, perdí el conocimiento. Me hicieron atención en Chañar y me llevaron a (San José de la) Dormida para unas placas. Aparentemente está todo bien. Me cortó el labio por dentro y por fuera", contó el árbitro en diálogo con Radio Comunitaria La Plaza.

Los compañeros de Contreras aseguran que el juez insultó al futbolista y eso ocasionó el enojo, informó NA. Pero Saire refutó: "En ningún momento insulté al jugador. En la expulsión me pide una falta y cuando giro, él me insulta. Me vuelvo para expulsarlo y me mete el cabezazo".

El partido finalizó sin mayores inconvenientes y Contreras fue detenido por la policía y trasladado a la comisaria local, además de que su auto quedó secuestrado por las autoridades. El agresor, a su vez, fue puesto a disposición de la fiscalía, que lo imputó por “lesiones leves”.

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