La combinación de la cultura pop y el “drag” es perfecta para una generación criada entre tribus urbanas, y que es capaz de hacer equivalente el partido del domingo a una final de RuPaul’s Drag Race, el reality show que sirvió de plataforma para volver pin de la masividad a más de 100 artistas del transformismo. No son “travestis”, son drag queens, palabras que definen un estilo de vida y el resultado de la cultura under interpretando lo popular.

De la mano del rayo masificador de Netflix (a pesar de que VH1 había intentado y fallado en el mercado latino), los millennials se encontraron a un click de una serie que muestra las millones de habilidades que forman el currículum de un artista drag. Gracias a la competencia gestionada por Rupaul, dragqueen que además de en mujer se transformó en superestrella mundial, el vocabulario heteronórmico se expandió a límites inimaginables.

Por demanda popular, reinas como Roxxxy Andrews, Coco Montrese, Pandora Boxx y Naomi Smalls rompieron los escenarios de las fiestas queer. Este viernes 25 de agosto en la Fiesta Plop será el turno de Detox Icunt, competidora de la quinta temporada y finalista en el showdown del All Stars 2. Irreverente, honesta y diosa, Detox (Matthew Sanderson) le dio cátedra al NO sobre su perspectiva del drag.

“Drag para mí significa que puedo expresarme, salir impune con mucho más de lo que podría como Matthew, y transmitir alegría a miles de personas alrededor del mundo. Eso me hace feliz. Y también simboliza un ‘fuck you’ al sistema”, dice Detox. “Es una extensión de quien soy. Creo que no soy muy diferente con o sin drag. Es solamente otra manera de ser alocado y salvaje, y poder expresarme.”

¿El drag se está volviendo mainstream? ¿Y creés que permanecerá así?

–Es bastante claro que sí, está en todos lados, todo el mundo lo está usando para beneficio personal. Ru (RuPaul) fue nominado por los Emmys y no puede volverse más popular que eso. Y no lo veo saliendo del panorama en ningún momento próximo. Lo bueno es que la comunidad se hace muchísimo más visible y bajo una luz positiva. Les da esperanza a los chicos jóvenes y muestra que hay una tribu a la cual pueden pertenecer. La contra es que todo el que empieza a hacer drag piensa que está en un pedestal, pero hay que aprender a ganarse su derecho de piso.

¿Cuál es el siguiente paso para la evolución de los artistas del drag?

–Todo el mundo está sacando música. Mi próximo paso es ramificarme más en lo mainstream. Mi asociación con Axe, ejemplo de producto heteronormativo, es una prueba de que la cultura queer se está moviendo en dirección a lo mainstream; esto es muy importante en el clima político actual.

¿Creés que es una manera de desafiar un sistema binario?

–El drag siempre fue una manera de ser una traba en el sistema, ¿cómo podría no serlo?